Organizaciones no gubernamentales en EEUU difieren sobre el origen de las protestas en Cuba

Manifestación en Bayamo, Cuba.

Las recientes protestas en Cuba han suscitado numerosas reacciones internacionales. En Estados Unidos, dos entidades no gubernamentales difieren acerca del origen y la solución a las demandas de los cubanos que exigieron en las calles "Corriente, Comida y Libertad".

Uno de estos grupos es America First Policy Institute (AFPI), una organización sin fines de lucro de tendencia conservadora, que consideró que el descontento expresado por el pueblo en las protestas refleja el fracaso del sistema socialista en la isla.

En entrevista con Martí Noticias, Kevin Cabrera, Asesor Principal de Asuntos Hispanos Nacionales de AFPI, dijo que “hace seis décadas, Cuba era la joya del Caribe”.

“Hoy estamos viendo a las personas en la calle y no tienen ni la alimentación básica. ¿Y por qué? Porque estamos viendo el fracaso del socialismo, el fracaso de todas estas ideas izquierdistas, las cuales no funcionan. Tiene que haber ley y orden y una economía con libertad de expresión y libertad para que las personas puedan abrir un negocio para que el país pueda florecer”, opinó Cabrera.

En un comunicado AFPI condenó enérgicamente al régimen comunista de La Habana por cortar el acceso al Internet para silenciar a los manifestantes.

“Lo que estamos viendo es que están quitando la Internet para prevenir que ellos puedan comunicarse y hacer algún tipo de manifestación. Planificar cosas es un poco más difícil sin Internet. Estas no son tácticas nuevas. Esta es un táctica que han usado durante las últimas seis décadas que han oprimido al pueblo cubano y que han exportado alrededor del mundo. La exportación número uno de Cuba ha sido la opresión, cómo oprimir un pueblo, eso es lo que Cuba ha tratado de enseñar a Venezuela, Nicaragua y a otros países alrededor del mundo”, declaró a Martí Noticias el asesor de este instituto.

Por su parte, Code Pink, una organización sin fines de lucro de tendencia liberal, dijo en un comunicado que las peticiones de electricidad y alimentos que se escucharon durante las recientes protestas “reflejan la frustración del pueblo cubano” y manifestó que esas dificultades “se ven exacerbadas por las sanciones estadounidenses, que están diseñadas para dañar a los civiles”.

“El embargo de Estados Unidos a Cuba ha causado un inmenso sufrimiento al pueblo cubano, bloqueando las donaciones de alimentos y medicinas incluso durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. Tradicionalmente, los grupos vulnerables en Cuba dependían de los subsidios estatales para productos esenciales como leche en polvo, arroz y frijoles, pero la decisión de Trump de incluir a Cuba en la lista SSOT (Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo) ha tenido profundas repercusiones en la capacidad de Cuba para producir y adquirir bienes esenciales”, expresó Code Pink.

La organización dijo que “si la administración Biden está realmente preocupada por Cuba, debería levantar las sanciones de base amplia, eliminar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y priorizar la diplomacia y el compromiso para aliviar las dificultades que enfrenta el pueblo cubano".

Martí Noticias pidió una entrevista con un representante de Code Pink pero la organización respondió que no tenían a nadie disponible para hacer comentarios.

Washington rechazó esta semana las acusaciones del régimen de La Habana de que Estados Unidos estuvo detrás de las protestas populares que estallaron el 17 de marzo en varias localidades de Cuba.

En un correo electrónico a Martí Noticias, un vocero del Departamento de Estado dijo que el gobierno de Miguel Díaz-Canel es responsable del sufrimiento del pueblo cubano, que continúa protestando por la falta de recursos básicos como alimentos, combustible y electricidad, y la capacidad de ejercer libertades reconocidas internacionalmente.

El portavoz de la cancillería estadounidense señaló que cerca de 700 cubanos siguen encarcelados en la isla como presos políticos, injustamente detenidos por participar en protestas del 11 de julio de 2021 y que el gobierno cubano continúa deteniendo a sus ciudadanos que buscan ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión y de reunión pacífica.