Ortega ordena tomar por asalto ciudad nicaragüense de Masaya

Enfrentamientos en Masaya dejaron muertos y heridos.

Los violentos incidentes provocados por policías y paramilitares en Nicaragua de los últimos días han provocado fuertes reacciones por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), entre otros.

Policías y paramilitares asaltaron desde las primeras horas del martes la ciudad nicaragüense de Masaya y realizaban un fuerte ataque armado sobre la comunidad indígena de Monimbó, una de las que mayor resistencia ha opuesto al régimen de Daniel Ortega desde el estallido social de abril, que ha cobrado más de 350 vidas.

Horas antes las mismas fuerzas habían atacado la ciudad vecina de Nindirí, ubicada entre Managua y Masaya.

“Nos están rodeando. Son enormes cantidades de paramilitares vestidos de camisa azul. Están por todas partes y nos van a caer con todo”, anunció Yubrank Suazo, líder de la Resistencia Cívica de Masaya, a través de un audio de voz en las redes sociales.

Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, escribió en su cuenta de Twitter: “¡Atacan Monimbó! Las balas están llegando hasta la parroquia María Magdalena, en donde está refugiado el sacerdote. ¡Que Daniel Ortega detenga masacre! ¡A la gente de Monimbó, les ruego salven sus vidas!”.

Las imágenes difundidas por la televisión local muestran a pobladores de Masaya escondidos tras barricadas de un fuerte ataque con armamento de alto calibre y respondiendo con morteros artesanales.

Según integrantes del opositor Movimiento 19 de Abril Masaya, esas "fuerzas combinadas" bloquearon este martes los accesos a esa ciudad y lanzaron un fuerte asalto contra la comunidad indígena de Monimbó.

"Las ráfagas se escuchan por todos lados, principalmente por los tanques de Mebasa, cerca a la rotonda Las Flores y por la calle real de Monimbó. La población permanece en sus casas, mientras las balas siguen sonando sin cesar. Mientras tanto, los jóvenes que están en las trincheras resisten el ataque desmedido. Las campanas de las iglesias sonaron para alertar a los pobladores del ataque", describió la situación el diario La Prensa de Managua.

La Organización de Estados Americanos (OEA) celebrará mañana un
Consejo Permanente para estudiar la crisis en Nicaragua.

En los últimos días, el régimen nicaragüense ha puesto en marcha la llamada "Operación Limpieza", que consiste en ataques a las ciudades que han instalado barricadas en las carreteras con el doble propósito de protestar contra Ortega e impedir el acceso de las "fuerzas combinadas".

Grupos de activistas han denunciado que se han registrado ataques contra las urbes de Diria, Diriomo, Masaya y Niquinohomo, donde se mantienen las barricadas.

En su intervención de mediodía a los medios oficiales, la vocera y vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, esposa de Ortega, dijo que era necesario “limpiar” la ciudad --particularmente el barrio indígena de Monimbó-- porque era centro de vejaciones y atropellos contra los ciudadanos, como un oficial de la policía que murió en una barricada el fin de semana.

Según Murillo, los manifestantes son un grupo de “golpistas, unos pocos, malignos, siniestros, diabólicos, satánicos y terroristas”.

El analista político Oscar René Vargas dijo a The Associated Press que la intención del gobierno es “declarar libre” a Masaya para presentarlo como una victoria el 19 de julio, cuando se cumplen 39 años de la revolución que derrocó a la dictadura somocista.

“Sería una victoria táctica pero no estratégica porque la rebelión a lo interno se va a mantener y a nivel internacional Ortega se seguirá mostrando como lo que es: un dictador que trata de imponerse a sangre y fuego”, dijo Vargas.

La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) confirmó al canal 100% Noticias la muerte de un oficial de la policía y decenas de heridos, por lo que insistió en la apertura de un corredor humanitario para sacar víctimas. La ANPDH ha contabilizado más de 350 muertos desde el 18 de abril, cuando iniciaron las protestas, pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos registró una cifra de alrededor de 250.

Familiares y amigos despiden el cuerpo de José Esteban Sevilla Medida, muerto en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía, en Masaya, el 16 de julio.

Los violentos incidentes provocados por policías y paramilitares en Nicaragua de los últimos días han provocado fuertes reacciones por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), entre otros.

El embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos ( OEA), Carlos Trujillo, también se pronunció ante los ataques en la ciudad.

En tanto el subsecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado de los Estados Unidos, Francisco Palmieri, llamó al cese de la violencia. “Instamos enérgicamente al Presidente Ortega a que no ataque a Masaya”, escribió en Twitter.

La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, pidió hoy al Ejecutivo nicaragüense que ponga "fin inmediato a la violencia", informó el organismo multilateral en Managua.

"Mogherini ha escrito al Ministro de Asuntos Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, con un llamamiento al fin inmediato de la violencia, la represión y las detenciones arbitrarias, y de que se respeten las libertades fundamentales", informó la Delegación de la Unión Europea en Nicaragua y ante el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).

La diplomática europea "expresó sus condolencias por todas las víctimas de la violencia, e hizo un llamamiento para que sus autores sean enjuiciados y que los grupos armados irregulares se desmantelen".

Mogherini además se mostró "dispuesta" a que la Unión Europea acompañe y apoye el diálogo nacional entre la Alianza Cívica, que representa a la población, y el Gobierno de Ortega, tal como se lo había pedido la parte opositora, para superar la crisis.

La Unión Europea "está dispuesta a acompañar y apoyar el diálogo, en particular la Comisión sobre democratización y asuntos electorales, con vistas a las reformas necesarias y a un proceso electoral plenamente democrático y oportuno", agregó el organismo.

El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, pidió hoy "evitar" la ofensiva contra la ciudad de Masaya y recordó a Ortega, que existen canales para el diálogo.

Abrão mencionó en su mensaje al MESENI (siglas que corresponden al Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua), un grupo designado por la Comisión que ha trabajado en el país centroamericano para dar seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones y medidas cautelares emitidas por la CIDH.

En concreto, el MESENI trabaja con una de las comisiones del diálogo nacional mediado por la Iglesia católica y en el que participa el Ejecutivo nicaragüense y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina al sector privado, la sociedad civil, estudiantes y campesinos.

El lunes la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el gobernante Frente Sandinista, aprobó una ley contra el terrorismo, que según denunció la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, podría usarse para criminalizar la protesta pacífica.

"El texto es muy vago y permite una amplia interpretación que podría provocar que se incluyera (en la definición de terrorista) a personas que simplemente están ejerciendo su derecho a la protesta", afirmó la oficina del Alto Comisionado en un comunicado.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país".

Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega siendo presidente.

Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.

(Con información de las agencias Efe, Ap y redes sociales)