El patrón migratorio de cubanos hacia Estados Unidos se mantuvo en el mes de agosto, cuando otros 20.031 llegaron a la frontera sur, según publica esta semana el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
En los últimos 11 meses, las autoridades fronterizas han detectado el arribo de 197.870 cubanos, lo que constituye la mayor ola migratoria en desde 1959.
Como han señalado expertos, la estampida está atizada por una profunda crisis económica, política y social y la desconfianza de la población de que se den cambios sustanciales que mejoren definitivamente la vida en la isla y garanticen un futuro para los más jóvenes.
El mes de mayor actividad en el último año fiscal ha sido abril, cuando cruzaron 35.092 inmigrantes procedentes de Cuba y el de menor número fue octubre, cuando solo arribaron 6.066 inmigrantes cubanos.
“Los regímenes comunistas fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba están impulsando una nueva ola de migración en todo el hemisferio occidental, incluido el reciente aumento de encuentros en la frontera suroeste de los Estados Unidos”, dijo el lunes el comisionado de CBP, Chris Magnus.
En un comunicado el CBP aseguró que la gran cantidad de personas que huyen de los regímenes comunistas fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba está contribuyendo a que aumente el número de migrantes que intentan cruzar la frontera.
La nueva ola migratoria ha sido nombrada como "el Mariel silencioso", pues supera el éxodo de 1980, cuando 125.000 cubanos llegaron a EEUU en embarcaciones que partían desde el puerto de Mariel.
La escalada migratoria de cubanos se produce desde que un acuerdo de libre visado entre Nicaragua y La Habana entró en vigor en noviembre de 2021, acortando el recorrido que hacían por tierra desde América del Sur y Centroamérica hasta la frontera con EEUU.
El régimen de La Habana culpa a Estados Unidos por el éxodo masivo de cubanos.
Según declaraciones de José Ramón Cabañas, director del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) la ola migratoria se debe a factores como el incumplimiento de las 20 mil visas anuales, la suspensión de los servicios consulares, la reducción de vuelos comerciales entre ambos países y el embargo económico.