El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (MINSEG) informó el martes, a través de un comunicado, que los migrantes cubanos que ingresen al territorio nacional de forma irregular a partir del 11 de abril serán deportados o devueltos al país del cual provienen (Colombia).
El anuncio coincide con un acuerdo del Gobierno panameño y autoridades de la Iglesia católica para trasladar a Gualaca, en la occidental provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica a los cientos de cubanos que se mantienen desde hace meses en un albergue temporal de la Pastoral Social Cáritas en Ancón, Ciudad de Panamá, hasta que se resuelva su situación migratoria.
El Gobierno de Costa Rica informó el lunes que reactivaría, a la brevedad posible, la deportación de cubanos que ingresaron al país de manera ilegal en su afán por llegar a Estados Unidos.
La Dirección General de Migración y Extranjería analiza la posibilidad de suscribir un convenio con Cuba, similar al que tiene con Panamá, para agilizar el traslado de esos migrantes irregulares.
Pero la nota del MINSEG de Panamá aclara que esa medida es "excepcional", cubre solo a los cubanos que ya estaban en Panamá, y no se repetirá:
“El Ministerio de Seguridad Pública precisó que las medidas anunciadas por el Presidente de la República el día de hoy se aplicarán de manera excepcional a los migrantes cubanos que quedaron en el país a partir del cambio de política migratoria en Estados de Unidos de América, sin embargo, aquellos migrantes que ingresen al territorio nacional de forma irregular a partir de la fecha, serán deportados o devueltos al país del cual provienen, en cumplimiento de la legislación vigente”.
La nota se refiere a la eliminación el pasado 12 de enero de una interpretación discrecional conocida como ‘pies secos, pies mojados' de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que permitía quedarse en el país a los cubanos que lograban ingresar de manera irregular a territorio de Estados Unidos.
El presidente istmeño, Juan Carlos Varela, se reunió el martes con el cardenal José Luis Lacunza, presidente del Departamento de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Panameña, y el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa, para abordar el tema de los migrantes irregulares cubanos que actualmente se encuentran hacinados en las instalaciones de Cáritas Panamá.
‘Las condiciones en Cáritas no son adecuadas y los migrantes ya llevan mucho tiempo viviendo ahí en la mitad de un barrio residencial', declaró Varela antes de anunciar la decisión.
‘Como resultado de la reunión, se coincidió en la necesidad de trasladar a los migrantes cubanos a un albergue que reúna mejores condiciones', señala el comunicado del Ministerio de Seguridad.
‘Las autoridades eclesiásticas y gubernamentales han coincidido en trasladar a los migrantes cubanos a un albergue con mejores condiciones, hasta que se resuelva su situación migratoria', señala un comunicado de la Conferencia Episcopal de Panamá.
El MINSEG coordinará el traslado de los cubanos hacia el albergue ubicado en los Planes, Gualaca, provincia de Chiriquí.
Algunos cubanos llevaban hasta siete meses en el albergue temporal de Cáritas en Ancón. Otro grupo, 72 en total, se encontraba en Lajas Blancas, provincia de Darién, y también fueron trasladados a la provincia de Chiriquí la semana pasada. La mayoría de ellos iniciaron su travesía continental en Guyana.
Varela dijo la semana pasada que a estos cubanos sólo les quedaba la alternativa de "regresar a Cuba o regresar al país del que vienen (Colombia)", en un plazo de 30 días.
El ultimátum del mandatario y declaraciones de que Cáritas tenía que cerrar su albergue, ocasionaron roces entre Varela y las autoridades católicas. El acuerdo del martes trasluce un cambio en la posición del mandatario.
El traslado de los cubanos desde Ancón se empezará a realizar desde la próxima semana, informó a Martí Noticias Víctor Berrío, secretario ejecutivo de Cáritas.
El diácono precisó que de los casi 300 migrantes que se encuentran en Ancón, unos veinte han aceptado el retorno voluntario a Cuba, otros quieren ir a un tercer país y hay un grupo que ha manifestado su intención de quedarse en Panamá.
Reveló que también se negoció con las autoridades gubernamentales, y están esperando la confirmación, de la liberación de los más de 30, entre mujeres y hombres, que se encuentran en centros de detención del Servicio Nacional de Migración y que estaban pendientes de deportación.
En entrevista con nuestro colega Ricardo Quintana, Berrío consideró que el acuerdo alcanzado con el Gobierno es un paso importante para descartar las deportaciones y regularizar en Panamá a los cubanos que la Iglesia ya tiene listados y que irán al albergue en Chiriquí.
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[Con información de Martí Noticias, La Estrella, La Nación y MINSEG Panamá]