Rozsa y Janos Boda estaban celebrando el nuevo año y el cincuenta cumpleaños de Janos con unas vacaciones en Cuba, cuando se produjo la tragedia, publica la prensa canadiense.
El 5 de enero durante su estadía en Cayo Coco, Rozsa, de 51 años, comenzó a tener dolores de pecho por lo que la pareja de Winnipeg, Canadá, pidió una ambulancia para llevarla a un hospital cercano.
Janos no quería que viajara sola, así que entró. En el camino al hospital, la ambulancia se estrelló contra una barrera de cemento y ambos murieron.
En ese instante, las vidas de los tres hijos de la pareja - Veronika Mayer, 27, Bettina, 16, y Martin, 15 – cambiaron para siempre. "No nos parece que sea una realidad, se supone como que deben regresar a casa esta noche a las 9 pm", dijo Mayer.
Mayer recibió una llamada de la policía de Winnipeg el 5 de enero que sus padres habían muerto en una colisión. Inmediatamente llamó a Elaine Csupak, otro miembro de la familia. "Sólo ha sido una sorpresa y el agujero que van a dejar en nuestras vidas, no podemos ni siquiera comprenderlo todavía", dijo Csupak. "Fue tan repentino y tan rápido y hay tanto que sucede a la vez".
Ya se ha creado una página de GoFundMe para ayudar a cubrir los costos asociados con el regreso de los cuerpos de la pareja a Canadá y para sus funerales.
De una meta inicial de 30 mil dólares, ya se han recolectado casi 32 mil en menos de 72 horas. El dinero también se utilizará para ayudar a los niños a adaptarse a un futuro muy diferente. La pareja muerta en el accidente en Cuba era de origen húngaro.
Con material de la prensa canadiense y GoFundMe