Ofelia Acevedo relata que al parecer los amigos de Payá desde Bayamo le comunicaron a los familiares en España sobre el accidente, “que habían tres personas en el hospital y que había un cuarto que no estaba, que fueron asediados por un carro que los sacó de la carretera”.
Con la voz quebrada y conmovida la esposa de Oswaldo Payá, Ofelia Acevedo, habló con Radio Martí sobre cómo se enteró del fallecimiento de su compañero de la vida, sobre su trabajo y sus prioridades en la lucha por la libertad de los cubanos y de sus presentimientos de que en algún momento algo así podía pasar.
Ofelia explica que se enteró de lo currido por una llamada del opositor cubano exiliado en España, Regis Iglesia, quien le comunicó que hubo un accidente. Al parecer los amigos de Payá desde Bayamo de alguna manera se comunicaron con los familiares en España y le dijeron que habían tenido un accidente “que habían tres personas en el hospital y que había un cuarto que no estaba, que fueron asediados por un carro que los sacó de la carretera”, relata.
Fue lo único que supo y explica que ella no había podido hablar con esas personas “en realidad no sé exactamente los detalles y creo que es muy difícil que los pueda saber no se si podré hablar con ellos en algún momento, esa persona que estaba en la carretera, que faltaba, era mi esposo y estaba muerto parece que murió al momento, no sé, a los demás se los llevaron al hospital y ya él estaba muerto y parece que por eso lo dejaron”.
Tras enterarse del accidente la esposa de Payá lo llamó por teléfono pero no fue él quien contestó. “Yo lo llamé y lo tomó la policía y me dijo que el teléfono estaba sonando y lo había tomado del bolsillo del fallecido”.
Confiesa que ella y su esposo habían hablado de que tenían que cuidarse mucho: "Mi familia ha sido amenazada durante todos estos años múltiples veces con matarlo hasta junto con la familia. Sabíamos que esto podía ocurrir en algún momento, yo no puedo decir categóricamente ahora porque no tengo las evidencias exactas pero si hemos sido amenazados muchísimas veces y siempre pensamos que una cosa de ésta podía suceder en algún momento”.
“Estamos todavía muy consternados, estamos muy mal, estamos esperando el cadáver que no ha llegado aún, salió a primera hora de la madrugada. De Bayamo lo traen unos amigos nuestros que han estado allá todo el tiempo”, dijo con un esfuerzo notable.
Acevedo comentó que el funeral de su esposo se realizará en la Parroquia del Cerro la misma a la que Payá pertenecía, la misma donde “tomó la Primera Comunión, nos casamos y donde la familia ha recibido todos los Sacramentos hasta ahora”.
Oswaldo Payá Sardiñas viajaba al oriente del país con frecuencia para realizar trabajos de coordinación varias veces al año, “yo temía que esto pudiera pasar y él también”.
“Esta vez aprovechó la visita de estos amigos para hacer un viaje de coordinación de trabajo y ver los hermanos del movimiento en esa zona”.
Antes de salir de la casa hacia Bayamo relata Ofelia “nos despedimos normalmente yo le dije cuídate, cuídate mucho, ten mucho cuidado y nada, nos despedimos normalmente yo solo le dije esas palabras, me dijo está bien te llamo, te llamaré cuando llegue”.
Ofelia resaltó que Oswaldo fue una persona extraordinaria como esposo, como padre. Habló del amor que sentía por su país. Dedicó toda su vida y todos sus esfuerzos a luchar porque los cubanos tengan derechos y tengan un futuro mejor de libertad y sean dueños de su vida y puedan elegir libremente el futuro que desean. A eso dedicó toda su vida desde que era casi un niño, a eso ha ofrecido toda su vida y ha eso ofreció finalmente la vida”.
Dice que Payá era un hombre muy sencillo y que nunca habló de cómo quería ser recordado, “nosotros si sabíamos que era imprescindible para su familia y sencillamente tiene un legado entero de trabajo, de propuestas, de proyectos, de intentos para la unidad de los cubanos. Una línea muy clara, pacífica y legal para obtener los derechos de los cubanos, para que accedan a sus derechos y a su futuro para poder construir un futuro más humano para todos, eso esta ahí, ese es su legado. Ojalá y los cubanos pudiéramos o sepamos alcanzar la liberación por la que el ha ofrecido su vida”.
Ofelia explica que se enteró de lo currido por una llamada del opositor cubano exiliado en España, Regis Iglesia, quien le comunicó que hubo un accidente. Al parecer los amigos de Payá desde Bayamo de alguna manera se comunicaron con los familiares en España y le dijeron que habían tenido un accidente “que habían tres personas en el hospital y que había un cuarto que no estaba, que fueron asediados por un carro que los sacó de la carretera”, relata.
Fue lo único que supo y explica que ella no había podido hablar con esas personas “en realidad no sé exactamente los detalles y creo que es muy difícil que los pueda saber no se si podré hablar con ellos en algún momento, esa persona que estaba en la carretera, que faltaba, era mi esposo y estaba muerto parece que murió al momento, no sé, a los demás se los llevaron al hospital y ya él estaba muerto y parece que por eso lo dejaron”.
Tras enterarse del accidente la esposa de Payá lo llamó por teléfono pero no fue él quien contestó. “Yo lo llamé y lo tomó la policía y me dijo que el teléfono estaba sonando y lo había tomado del bolsillo del fallecido”.
Confiesa que ella y su esposo habían hablado de que tenían que cuidarse mucho: "Mi familia ha sido amenazada durante todos estos años múltiples veces con matarlo hasta junto con la familia. Sabíamos que esto podía ocurrir en algún momento, yo no puedo decir categóricamente ahora porque no tengo las evidencias exactas pero si hemos sido amenazados muchísimas veces y siempre pensamos que una cosa de ésta podía suceder en algún momento”.
“Estamos todavía muy consternados, estamos muy mal, estamos esperando el cadáver que no ha llegado aún, salió a primera hora de la madrugada. De Bayamo lo traen unos amigos nuestros que han estado allá todo el tiempo”, dijo con un esfuerzo notable.
Acevedo comentó que el funeral de su esposo se realizará en la Parroquia del Cerro la misma a la que Payá pertenecía, la misma donde “tomó la Primera Comunión, nos casamos y donde la familia ha recibido todos los Sacramentos hasta ahora”.
Oswaldo Payá Sardiñas viajaba al oriente del país con frecuencia para realizar trabajos de coordinación varias veces al año, “yo temía que esto pudiera pasar y él también”.
“Esta vez aprovechó la visita de estos amigos para hacer un viaje de coordinación de trabajo y ver los hermanos del movimiento en esa zona”.
Antes de salir de la casa hacia Bayamo relata Ofelia “nos despedimos normalmente yo le dije cuídate, cuídate mucho, ten mucho cuidado y nada, nos despedimos normalmente yo solo le dije esas palabras, me dijo está bien te llamo, te llamaré cuando llegue”.
Ofelia resaltó que Oswaldo fue una persona extraordinaria como esposo, como padre. Habló del amor que sentía por su país. Dedicó toda su vida y todos sus esfuerzos a luchar porque los cubanos tengan derechos y tengan un futuro mejor de libertad y sean dueños de su vida y puedan elegir libremente el futuro que desean. A eso dedicó toda su vida desde que era casi un niño, a eso ha ofrecido toda su vida y ha eso ofreció finalmente la vida”.
Dice que Payá era un hombre muy sencillo y que nunca habló de cómo quería ser recordado, “nosotros si sabíamos que era imprescindible para su familia y sencillamente tiene un legado entero de trabajo, de propuestas, de proyectos, de intentos para la unidad de los cubanos. Una línea muy clara, pacífica y legal para obtener los derechos de los cubanos, para que accedan a sus derechos y a su futuro para poder construir un futuro más humano para todos, eso esta ahí, ese es su legado. Ojalá y los cubanos pudiéramos o sepamos alcanzar la liberación por la que el ha ofrecido su vida”.
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