Peloteros cubanos, ¡ahora profesionales y creyentes!

Frederich Cepeda.

Frederich Cepeda, que vio pasar sus mejores tiempos bate en mano, declaró al periódico Granma que gracias a Dios tiene otra oportunidad en la Liga Colombiana de Béisbol.

¡Cómo cambian los tiempos Venancio, qué te parece!, repetía la canción, y ahora usted se entera de que los peloteros cubanos --allá en la Isla-- pueden ser, además de jugadores profesionales, hombres libres… de profesar su religión.

Así un Frederich Cepeda que vio pasar sus mejores tiempos bate en mano, declara (y sus palabras las reproduce este fin de semana nada menos que el estalinista periódico Granma) que "Gracias a Dios tengo otra oportunidad en una liga diferente".

Y es que cuatro criollos firmaron en La Habana contratos con los Tigres de Cartagena, una escuadra de la Liga Colombiana de Béisbol. Son, además de Cepeda (Sancti Spíritus, 35 años), los lanzadores abridores Miguel Lahera (Artemisa, 31), Alberto Bicet (Santiago de Cuba, 31) y Alaín Sánchez (Villa Clara, 29).

Al ambidiestro espirituano le tocó hace cinco años la mala pata de ser separado de un equipo Cuba porque hizo contacto en el extranjero con un excompañero "desertor", y la sanción --posteriormente suavizada-- le hubiera impedido además participar de la siguiente Serie Nacional.

Tal vez por los rigores del terreno, o quizás dañado en su siquis por las decisiones políticas en su contra, Cepeda cayó desde entonces en picado en su rendimiento atlético, al punto de que en su reciente actuación en Japón se fue sin hit en 21 veces al bate, con seis ponches en su expediente.

Ojalá este hombre, de quien la afición en Cuba tiene una magnífica opinión, obtenga réditos mejores que su inmediato sueldecito en moneda dura. No se merece otro fracaso, en un torneo --el colombiano--de mala muerte, y dentro de un conjunto que marcha en la cola de cuatro participantes.

EL ÚLTIMO, QUE APAGUE

Esa fue una broma recurrente en la Isla, que apague la luz (del Morro) el último en escapar del país. Entre los más recientes casos de la estampida se dice que figura el ex camarero de la escuadra tricolor, José Miguel Fernández (Matanzas).

Mientras tanto, los casos de jugadores autorizados por el gobierno a jugar en el exterior pueden contarse con los dedos de las manos. De Japón regresaron durante este invierno no solo Cepeda, sino también el toletero de Granma Alfredo Despaigne (18 jonrones y .258 de average en 103 juegos) y el pitcher Héctor Mendoza (Isla de la Juventud) con solo tres innings de trabajo a causa de una lesión.

En Canadá, en una liga independiente de Major League Baseball, Yunieski Gourriel (Sancti Spíritus, el mayor de los hermanos) lució con .374 en 69 desafíos; Alexei Bell (Santiago de Cuba) compiló .317 en 59 jornadas y Yordan Manduley (Holguín) ligó .269 en 63 programas. Allí mismo el serpentinero Ismel Jiménez, también espirituano, tuvo foja de 3-3 en 43 innings, con efectividad de 3,11.

Y de vuelta al campeonato cubano, interrumpido el mes pasado para que el equipo nacional se fuera al torneo Premier 12, ahora se disputan solo partidos pendientes por lluvia. Pero muchos --y me permito echar mano a otra deliciosa expresión nuestra-- tiran a mondongo la disminuida Serie Nacional, así Mayabeque "olvidó" reservar su guagua y perdió por forfeit un desafío contra Pinar del Río.

Desde el seis de diciembre, los pinareños, más Ciego de Ávila, Industriales, Granma, Matanzas, Isla de la Juventud, Holguín y Las Tunas, los ocho conjuntos clasificados de entre 16 que iniciaron la competencia, jugarán la segunda etapa de la justa. El monarca acudirá, por tercera ocasión consecutiva desde el renacer del profesionalismo sobre la "pelota libre", a la Serie del Caribe 2016.