La visita del Papa a la isla representa para algunos exiliados cubanos un encuentro de fe católica en el país que los vio nacer.
Desde Miami salieron hoy 306 peregrinos desde el Aeropuerto Internacional de Miami rumbo a Santiago de Cuba para participar en la visita de Benedicto XVI a la isla, entre ellos exiliados cubanos que salieron hace décadas huyendo del régimen castrista.
El peregrinaje de Miami a Cuba representa también el reencuentro de algunos cubanos con la tierra que los vio nacer.
"Esta era la primera oportunidad de poder viajar a Cuba. Hace 52 años que dejé la isla", comentó a la agencia EFE Gisela Fiel, pocos minutos antes de embarcar en uno de los dos vuelos fletados por la Archidiócesis de Miami por motivo de la visita del Santo Pontífice, que llega la tarde de este lunes al oriente de Cuba después de una intensa jornada religiosa en México.
Fiel dijo estar emocionada "sobre todo porque puedo ir a ejercer la fe católica de nuevo. Cuando salí la tuve que rechazar, y ahora me siento libre de poder regresar y poder decirles que Dios los ama a todos".
Atenea Estévez, de 83 años, quien salió de Cuba hace 50, comentó que "se sentía nerviosa" por volver a pisar su país después de tanto tiempo, “salí de Cuba en el mes de noviembre del año 61. Pensaba que a principios del año siguiente iba a regresar, pero no fue así. He estado esperando el regreso durante 50 años", dijo a EFE la exiliada original de Jovellanos, Matanzas, convencida de que cuando llegue a la isla no podrá "parar de llorar", porque tiene familia en La Habana que hace 50 años que no ve.
Julia Hernández Batista, cubana de 89 años, le dijo a EFE que es la primera vez que visita la isla desde que se exilió hace 51 años.
"Voy para darle esperanzas y fe a todos los hermanos cubanos", declaró emocionada una mujer que ve en la visita papal "un regalo que Dios nos está dando".
La máxima autoridad de la Iglesia católica en Miami expresó su confianza en que, durante la visita del Papa a la isla, muchos de los cubanos "están rezando para conseguir un futuro de esperanza para Cuba".
Además de cubanos o descendientes de cubanos, este grupo de peregrinos está integrado por estadounidenses católicos de diferentes zonas de Estados Unidos que no tienen raíces en la isla.
Felipe Estévez, el obispo de San Agustín, Florida expresó "me siento muy contento de poder estar con el Santo Padre. Esto no ocurre con frecuencia".
En el grupo viaja el peregrino cubano José Márquez, quien insistió a EFE que lo más “importante del viaje es el apoyo que podemos brindarle a la Iglesia cubana. Han hecho un trabajo fantástico y creo que hay que apoyarla".
Junto a estos peregrinos, que viajan a través de la Archidiócesis de Miami, cerca de otras 500 personas llegarán a la isla entre lunes y martes provenientes de la Florida.
El peregrinaje de Miami a Cuba representa también el reencuentro de algunos cubanos con la tierra que los vio nacer.
"Esta era la primera oportunidad de poder viajar a Cuba. Hace 52 años que dejé la isla", comentó a la agencia EFE Gisela Fiel, pocos minutos antes de embarcar en uno de los dos vuelos fletados por la Archidiócesis de Miami por motivo de la visita del Santo Pontífice, que llega la tarde de este lunes al oriente de Cuba después de una intensa jornada religiosa en México.
Fiel dijo estar emocionada "sobre todo porque puedo ir a ejercer la fe católica de nuevo. Cuando salí la tuve que rechazar, y ahora me siento libre de poder regresar y poder decirles que Dios los ama a todos".
Atenea Estévez, de 83 años, quien salió de Cuba hace 50, comentó que "se sentía nerviosa" por volver a pisar su país después de tanto tiempo, “salí de Cuba en el mes de noviembre del año 61. Pensaba que a principios del año siguiente iba a regresar, pero no fue así. He estado esperando el regreso durante 50 años", dijo a EFE la exiliada original de Jovellanos, Matanzas, convencida de que cuando llegue a la isla no podrá "parar de llorar", porque tiene familia en La Habana que hace 50 años que no ve.
Julia Hernández Batista, cubana de 89 años, le dijo a EFE que es la primera vez que visita la isla desde que se exilió hace 51 años.
"Voy para darle esperanzas y fe a todos los hermanos cubanos", declaró emocionada una mujer que ve en la visita papal "un regalo que Dios nos está dando".
La máxima autoridad de la Iglesia católica en Miami expresó su confianza en que, durante la visita del Papa a la isla, muchos de los cubanos "están rezando para conseguir un futuro de esperanza para Cuba".
Además de cubanos o descendientes de cubanos, este grupo de peregrinos está integrado por estadounidenses católicos de diferentes zonas de Estados Unidos que no tienen raíces en la isla.
Felipe Estévez, el obispo de San Agustín, Florida expresó "me siento muy contento de poder estar con el Santo Padre. Esto no ocurre con frecuencia".
En el grupo viaja el peregrino cubano José Márquez, quien insistió a EFE que lo más “importante del viaje es el apoyo que podemos brindarle a la Iglesia cubana. Han hecho un trabajo fantástico y creo que hay que apoyarla".
Junto a estos peregrinos, que viajan a través de la Archidiócesis de Miami, cerca de otras 500 personas llegarán a la isla entre lunes y martes provenientes de la Florida.