Dato publicado por la CIA acentuaría dilema demográfico de Cuba

Con 1,46 hijos por mujer, Cuba tiene una de las más bajas tasas de fecundidad del mundo.

El organismo de inteligencia calcula menos hijos por mujer que la ya baja cifra admitida por el gobierno. Promedio de 1,46 desplomaría la lenta recuperación reportada en los últimos seis años.

Uno de los decaídos índices de natalidad de Cuba que podrían generar al país graves dificultades socioeconómicas, al estar aparejados a un progresivo envejecimiento de la población, habría empeorado de enero a la fecha respecto a los seis últimos años, de acuerdo con un dato correspondiente a 2014 aparecido enThe World Fact Book (Libro de Datos Mundiales), publicación de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.

La CIA sitúa a Cuba en el lugar 197 de 224 países en el valor estimado de su Tasa Global de Fecundidad (TGF; en inglés, Total Fertility Rate, TFR), esto es, el número promedio de hijos e hijas que nacerían de una mujer en el período fértil de su vida si su fecundidad se mantuviera constante y no estuviera expuesta a riesgos de mortalidad desde el nacimiento hasta el término de su vida reproductiva.

El promedio estimado en 2014 por el organismo de inteligencia estadounidense es de 1,46 hijos por mujer, lo que sitúa a la isla caribeña por debajo de la exigua media europea de 1,50.

Al comparar el dato con los que ofrece el Anuario Estadístico de Cuba 2013 de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, se observa una brusca caída respecto al valor del pasado año (1,71), pero también un promedio muy inferior a los registrados en los cinco años anteriores: 2012 (1,69); 2011 (1,77); 2010 (1,69); 2009 (1,70); y 2008 (1,59).

La nueva baja interrumpiría una lenta tendencia a la recuperación luego de que la TGF cayera por debajo de 1,50 entre 2005 y 2007.

Reunir una canastilla en Cuba requiere esfuerzo y dinero (Primavera).

(En el panorama global de la baja natalidad y el envejecimiento poblacional, Cuba representa una anomalía, pues este suele ser un doble problema de los países desarrollados, donde la esperanza de vida es alta, se espera más para tener hijos, hay menos matrimonios y muchas mujeres son económicamente independientes y / o no quieren “estropear” sus cuerpos. Observadores del caso cubano han alertado que en la isla inciden otros factores como las dificultades de vivienda y logística, los bajos salarios, y la facilidad para acceder al aborto, que se ha convertido prácticamente en un método anticonceptivo).

El estimado de la CIA (1,46 hijos por mujer) se contradice con el reportado en julio pasado, en una Comisión de la Asamblea Nacional de Cuba, por el doctor Roberto Alvarez Fumero, jefe del Programa Materno Infantil (PAMI) del Ministerio de Salud Pública de la isla.

El funcionario reveló que con unos 900 nacimientos más en el primer semestre de 2014, la natalidad aumentó discretamente en Cuba con relación a igual período del año anterior, pero señaló que la tasa de fecundidad seguía siendo baja, con 1,69 hijos por mujer.

“Nos enfrentamos a un escenario de bajos niveles de fecundidad y mortalidad, con proyecciones de ser el país más envejecido de la región en solo dos o tres décadas”, alertó el especialista, al tiempo que señalaba que “desde el año 1978 no hay reemplazo generacional” en Cuba.

Para que exista reemplazo generacional en un país se requiere un promedio mínimo de 2,1 hijos por mujer.

En su exposición ante la comisión parlamentaria de Salud y Deporte, el Dr. Alvarez Fumero advirtió que la mayor reserva para frenar el problema del envejecimiento de la población en Cuba estaría en la disminución “de los embarazos que se interrumpen voluntariamente cada año”, bien por el método de legrado quirúrgico o por una aspiración del útero que se conoce por el desorientador eufemismo de “regulación menstrual”.

La dinámica demográfica para reponer una población joven en una nación requiere que los de 0 a 15 años sean el doble del grupo de 60 o más. En Cuba, según el censo del 2012, ambos segmentos son prácticamente iguales, con un 18,4 % del total los de cero a 15, y un 18,3% los de 60 años o más. Pero se espera que este último grupo represente dentro de dos décadas el 30% de la población de la isla.

La continuación del envejecimiento poblacional y la baja natalidad en Cuba podrían derivar a mediano plazo en graves consecuencias, al reducirse progresivamente la fuerza laboral y aumentar la cantidad de personas retiradas y necesitadas de atenciones especiales.