Rene Nodal Pino, -desempleado y enfermo de SIDA que reside en Cienfuegos-, fue arrestado el pasado 2 de febrero mientras intentaba vender unas latas de salsa de tomate y otros productos para dar de comer a sus hijos.
En entrevista con los periodistas Yoanny Limonta García y Alejandro Tur Valladares, Nodal Pino explicó que no es la primera vez que lo detienen y amenazan con llevarlo a la cárcel por revender productos cerca de su casa. Fue multado por el delito de venta ilícita.
“Ellos (los policías) dijeron que si yo seguía vendiendo me iban a meter preso. Como lo han hecho otras veces, yo he cumplido prisión por ellos”, dijo.
El arresto ocurrió mientras estaba sentado en un muro próximo a su casa vendiendo 7 latas, dos de ellas de puré de tomates, 3 de salsa para espaguetis y una de salsa de ají.
“Llegó el mismo policía que me cogió anteriormente el viernes (cuando) me llevó para una unidad (...) recogió todo y en el camino me dijo ‘dale, cállate la boca y me golpeó”, dijo, señalando sus brazos.
“Me dijo ‘esta es la segunda vez que te cojo’”, comentó y señaló que fue esposado con las manos hacia atrás.
“No ofrecí ninguna resistencia en ningún momento”, dijo, y narró que aún así lo golpearon con un bastón usado por policías en Cuba.
“Todavía tengo dolor en los brazos de los golpes que me dio con un bastón., que todavía me duele”, dijo pasando sus manos por los hombros.
El arresto se produjo delante de su hija menor. “La niña mía se mandó a correr cuando vio que me estaban haciendo todo eso”, comentó.
Una vez en la unidad policial a donde fue conducido, -dijo-, le confiscaron la mercancía.
“Se quedaron con las fosforeras, con las latas de puré se quedaron también. La mujer mía hizo una reclamación y le dijeron que tenía que esperar 30 días. Yo sé que no me van a dar nada. Eran 46 fosforeras y en el acta (de decomiso) pusieron 42 nada más”, explicó.
Aseguró que no fueron incluidos en el acta de decomiso otros bienes que le decomisaron como queso y café.
“Esos productos tienen que habérselos llevado ellos, la patrulla, para comérselos ellos”, aseguró.
Además dijo que el Estado no lo emplea porque por su condición de enfermo de SIDA tendrían que asegurarle comidas y otros recursos.
“El Estado no me da trabajo porque dicen que tienen que buscarme meriendas, comidas pero no la tienen para eso”, dijo.
“Si yo no vendiera y eso a mis hijos (cómo) los mantendría porque ni a ella (la esposa) ni a mí nos dan nada aquí, ni un medio nos dan (…) yo tengo que buscar cuatro pesos para dar de comer a mis hijos”, concluyó.
Según cifras oficiales, en Cuba han sido diagnosticadas con VIH/SIDA más de 28 mil personas desde 1986.
No es clara la cifra de personas fallecidas por esta enfermedad. El Estado entrega gratuitamente tratamientos antirretrovirales pero en ocasiones escasean, como ocurre con otros medicamentos de amplio uso en la isla.
En febrero del pasado año, el Ministerio de Salud Pública informó que hasta esa fecha el 17 por ciento de los cubanos contagiados habían muerto; en otras palabras, 21 mil 544 cubanos estaban viviendo con el VIH, de los cuales más de 17 mil recibían tratamiento antirretroviral.
(Con reporte de Yoanny Limonta García y Alejandro Tur Valladares)