Hasta ahora han quedado sin respuestas las preguntas sobre el accidente en que perdió la vida el jefe de la Fuerza Aérea de Cuba.
Casi dos meses después de la muerte del General de División Pedro Mendiondo Gómez, Jefe de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria, las autoridades cubanas han guardado silencio sobre las circunstancias en que se produjo el accidente de tránsito que le costó la vida.
Sólo un escueto comunicado de prensa difundido por las Fuerzas Armadas dio cuenta en su momento que “en horas de la mañana del pasado domingo 25 de agosto, se produjo un accidente automovilístico”, a consecuencia del cual murió Mendiondo, de 68 años, quien conducía el auto; sus suegros, Juan Rubalcaba Gato y Graciela Terry Aguirre, y resultó gravemente herida su esposa, Rafaela Rubalcaba Terry que fue atendida en el Hospital Militar Central Doctor Luis Díaz Soto.
Desde entonces ha sido el silencio. La prensa oficial no ha sido capaz de publicar ni una sola coma más allá del comunicado oficial. Hasta ahora, han quedado sin respuestas las preguntas habituales de un accidente automovilístico en que pierde la vida, un alto jefe militar.
Nunca se informó dónde ocurrió el accidente, por qué ocurrió, quién fue el responsable del mismo, si éste fue resultado de un choque con otro vehículo o con algún obstáculo en la vía por la que transitaba el general acompañado de sus familiares cercanos.¿Qué ha sucedido con la esposa de Mediondo, única sobreviviente y testigo importante del suceso?
Del comunicado emitido hace dos meses por las Fuerzas Armadas, se sabe que el cadáver del general Mediondo fue cremado menos de 24 horas después de su muerte “siguiendo su voluntad y la de su familia” y sus cenizas depositadas en el Panteón militar de la Necrópolis de Colón.
La muerte de Mendiondo se produjo cuarenta y un días después del incidente del barco coroeano Chong Chon Gang, detenido en Panamá, con un cargamento ilegal de armas cubanas.
“Es imposible saber si se trata de una coincidencia conveniente o algo más”, dijo María C Werlau, analista de asuntos políticos, ante el subcomité del Hemisferio Occidental del Congreso estadounidense, que analizó la detención del buque norocoroeano el mes pasado.
Werlau indicó que para añadir más interrogantes al caso, el general Kim Kyok Sik, general del Estado Mayor del Ejército norcoreano, quien acaba de regresar de Cuba, se retiró en silencio de su cargo a fines de septiembre y se desconoce su paradero.
El jueves la agencia noticiosa estatal de Corea del Norte, informó que el general, Ri Yong Gil Ri fue nombrado general jefe del Estado Mayor Conjunto, en reemplazo de Kim Kyok Sik.
Sólo un escueto comunicado de prensa difundido por las Fuerzas Armadas dio cuenta en su momento que “en horas de la mañana del pasado domingo 25 de agosto, se produjo un accidente automovilístico”, a consecuencia del cual murió Mendiondo, de 68 años, quien conducía el auto; sus suegros, Juan Rubalcaba Gato y Graciela Terry Aguirre, y resultó gravemente herida su esposa, Rafaela Rubalcaba Terry que fue atendida en el Hospital Militar Central Doctor Luis Díaz Soto.
Desde entonces ha sido el silencio. La prensa oficial no ha sido capaz de publicar ni una sola coma más allá del comunicado oficial. Hasta ahora, han quedado sin respuestas las preguntas habituales de un accidente automovilístico en que pierde la vida, un alto jefe militar.
Nunca se informó dónde ocurrió el accidente, por qué ocurrió, quién fue el responsable del mismo, si éste fue resultado de un choque con otro vehículo o con algún obstáculo en la vía por la que transitaba el general acompañado de sus familiares cercanos.¿Qué ha sucedido con la esposa de Mediondo, única sobreviviente y testigo importante del suceso?
Del comunicado emitido hace dos meses por las Fuerzas Armadas, se sabe que el cadáver del general Mediondo fue cremado menos de 24 horas después de su muerte “siguiendo su voluntad y la de su familia” y sus cenizas depositadas en el Panteón militar de la Necrópolis de Colón.
La muerte de Mendiondo se produjo cuarenta y un días después del incidente del barco coroeano Chong Chon Gang, detenido en Panamá, con un cargamento ilegal de armas cubanas.
“Es imposible saber si se trata de una coincidencia conveniente o algo más”, dijo María C Werlau, analista de asuntos políticos, ante el subcomité del Hemisferio Occidental del Congreso estadounidense, que analizó la detención del buque norocoroeano el mes pasado.
Werlau indicó que para añadir más interrogantes al caso, el general Kim Kyok Sik, general del Estado Mayor del Ejército norcoreano, quien acaba de regresar de Cuba, se retiró en silencio de su cargo a fines de septiembre y se desconoce su paradero.
El jueves la agencia noticiosa estatal de Corea del Norte, informó que el general, Ri Yong Gil Ri fue nombrado general jefe del Estado Mayor Conjunto, en reemplazo de Kim Kyok Sik.