El preso político del 11J Samuel Pupo Martínez sufre problemas de salud por una diabetes descompensada y no recibe los medicamentos que necesita en la prisión de Agüica, en Matanzas, dijo su esposa, Yuneisy Santana, a través de Facebook.
"En estos momentos, mi esposo se encuentra descompensado de la diabetes, sin atención médica, porque dice que la glibenclamida, que es el medicamento que toma, no lo hay en la prisión", explicó la esposa del preso político en un video.
Santana también denunció la negativa de las autoridades a otorgarle a su esposo licencia extrapenal y libertad condicional, a pesar de padecer una condición degenerativa como la esclerodermia.
"Mi esposo, como he estado denunciando todo este tiempo, tiene esclodermia, que es una enfermedad degenerativa no compatible con la prisión según las Normas Mandela", y se ha agravado "en todo este tiempo que lleva preso", dijo Santana.
Recordó que, el 30 de noviembre pasado, Pupo Martínez tuvo que ser hospitalizado debido a una crisis de esta enfermedad. Un documento médico emitido por el reumatólogo que lo atendió confirmó la esclerodermia. El doctor le recetó entonces medicamentos "para alargarle la vida", porque esta enfermedad "no tiene cura", señaló Santana.
Cuando presentó las peticiones de libertad condicional, primero, y la licencia extrapenal, después, ambas fueron negadas por las autoridades, apuntó la mujer, a pesar de la crítica situación de salud que presenta su esposo.
"Argumentaron que en la prisión estaban creadas todas las condiciones necesarias para que Samuel terminara de cumplir la sentencia", dijo sobre la respuesta que recibió de las autoridades carcelarias.
Santana desmintió el argumento, recordando que desde que su esposo fue encarcelado ha tenido que llevarle los medicamentos necesarios, hasta para paliar el dolor, porque en la prisión no están garantizados.
"Seguiré exigiendo que cumplan con las Normas Mandela, porque ¿para qué las firman?", se cuestionó la esposa del preso político.
Samuel Pupo Martínez, profesor de matemáticas de 48 años de edad, fue condenado a tres años de cárcel por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021, en la ciudad matancera de Cárdenas.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)