El preso político del 11J, Dayron Muñoz Camellar, cumplió un mes en huelga de hambre, por considerar su sentencia de 12 años, por el delito de sedición, una injusticia, informó su madre.
Muñoz Camellar, de 26 años, fue trasladado la pasada semana a la sala C del Hospital Mario Muñoz, de Colón, Matanzas, donde accedió a ingerir líquidos, según dijo a Radio Martí su madre Ohisa Muñoz, quien añadió que firmó un papel el cual autorizaba a los médicos a tomar acciones médicas si el joven debido a su huelga llegaba a "quedar inconsciente".
La madre del preso político dijo que su hijo le comunicó que aunque tomará agua, no va a deponer su huelga, pues asegura que su encarcelamiento es injusto. "Él dice que no va a comer porque lo sentenciaron a 12 años por sólo tener una mano puesta en el carro del gobierno y la otra con su teléfono, tirándose una selfie", explicó Muñoz.
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La madre dijo que su hijo no protestó el 11J de manera violenta y destacó que no hay ninguna prueba para que demuestre lo contrario. "Mi hijo sale en todos los video mirando y con el teléfono para arriba como que grabando, aunque el teléfono que nunca grabó", dijo.
Ohisa Muñoz afirmó que cuando su hijo fue arrestado fue culpado del delito de "desorden público", pero que cuando le fue informada la petición fiscal las autoridades lo cambiaron por el delito de "sedición".
"El día primero de julio nosotros recogimos la sentencia y de ahí fuimos a ver a la abogada y ese día pusimos la apelación", recordó.
Muñoz Camellar inició su huelga el 17 de junio en la prisión Combinado del Sur. Fue llevado a juicio diez días después muy debilitado por su huelga, explicó su madre, y en esas condiciones fue ratificada su condena de 12 años de privación de libertad. El joven fue arrestado en octubre de 2021 por las protestas del 11 de julio, en Cárdenas, Matanzas.
(Con información de Ivette Pacheco para Radio Martí)