El profesor Bohdan Chuma, de la Universidad Católica de Ucrania, en Lviv (Leópolis), contó a Radio Televisión la situación que se vive en Ucrania y, además, cómo los ucranianos celebran la Semana Santa en medio de la guerra.
"La vida pasa su trayecto normal. La gente, en general, ya está acostumbrada. Tenemos hoy ya 57 días de esta parte de la guerra que empezó en 2014", dijo el profesor ucraniano.
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Sobre las declaraciones de Putin acerca de la presunta victoria rusa en Mariúpol, Bucha señaló que es pronto para llegar a esa conclusión porque "los combates por Mariúpol siguen" desde que comenzaron en febrero pasado.
"Ellos ahora necesitan mucho una victoria. Necesitan ocupar una ciudad importante para declarar que ya han conseguido sus fines principales (...). Todavía algunas unidades del ejército ucraniano siguen resistiendo dentro de la ciudad. Aunque una parte importante ya está ocupada por los agresores, no podemos decir todavía que Mariúpol ha caído", subrayó.
Preguntado sobre la visita este jueves del presidente del gobierno español Pedro Sánchez y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, a la ciudad de Borodyanka, cerca de Kyiv, el académico señaló que la presencia de los altos funcionarios europeos en los territorios liberados en Ucrania representa el apoyo internacional a los ucranianos en su lucha contra los invasores rusos.
Lee también "Quiero que sepan la verdad sobre la guerra", testimonio de profesora ucraniana desde MykolaivAñadió que, de esta forma, los mandatarios europeos pueden entender mejor lo que significa la invasión rusa, y el peligro que representa para toda la región, no solo para Ucrania.
Estas ciudades son “un testimonio de los crímenes de guerra” cometidos por el ejército ruso, como la matanza de civiles, las violaciones a las mujeres… “Y ya todo el mundo lo sabe, ya lo reconocen”, manifestó Bucha.
Mencionó también la posibilidad, anunciada por Sánchez, de que los diplomáticos españoles retornen pronto a Kyiv, y comience a normalizarse la situación en la capital del país.
El profesor explicó que, al tener la presencia en el país de la “Iglesia Católica Romana Latina y también de la Iglesia Greco Católica, que es la forma de unión entre los ortodoxos y católicos”, los ucranianos tienen la suerte de celebrar dos veces al año las fiestas de Pascua y la Navidad, pero este año, “según nuestros calendarios, tenemos la distinción de una sola una semana”.
Las celebraciones, dijo, se han visto opacadas por las restricciones que impone la guerra, y no han sido tan coloridas como en otras ocasiones. En Leópolis, donde vive, en lugar del acostumbrado arribo de turistas por estas fechas, los residentes reciben a refugiados de otras ciudades del este del país, desplazados por los invasores rusos. Pero los ucranianos no han pasado por alto la fecha, asegura.