Proyecto de ley que prohíbe eliminar a Cuba de lista de patrocinadores del terrorismo pasa a pleno de la Cámara

Una bandera de Estados Unidos ondea sobre un bicitaxi en una calle de La Habana.

El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó 25 contra 20 a favor de enviar al pleno de la Cámara el projecto de ley FORCE que impide que ningún Secretario de Estado o Presidente pueda retirar a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo hasta que se restablezcan la libertad y la democracia en la Isla.

El presidente del comité, el republicano Michael McCaul, dijo que Cuba permanece en dicha lista porque el régimen comunista continúa apoyando actos de terror.

“Además de albergar a terroristas de América Latina, Cuba está aliada con los adversarios de Estados Unidos, incluidos Rusia y China. El gobierno cubano sigue al unísono con estos actores malignos que buscan alterar el equilibrio de poder global y Cuba continúa apoyando a la brutal dictadura de Venezuela”, dijo McCaul.

Por su parte, el Miembro de Alto Rango del comité, el demócrata Gregory Meeks, declaró que “no ser una democracia no es criterio para permanecer en la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo”.

“La designación de Estado Patrocinador del Terrorismo para Cuba nos impacta a todos, ya sea directa o indirectamente, se interpone en el camino del tipo de cambio que todos queremos que suceda en la isla y al mismo tiempo disminuye la esperanza de un día mejor. Las relaciones abiertas son un agente de cambio más poderoso que el aislamiento”, opinó el legislador.

La congresista republicana María Elvira Salazar, que presentó el proyecto de ley en enero, dijo que Cuba debe permanecer en la lista porque financia a grupos terroristas extranjeros como el ELN en Colombia, al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y que da refugio a terroristas como la prófuga de la justicia norteamericana, Joanne Chesimard.


Salazar declaró que “el proyecto de ley FORCE volverá a poner la decisión de si mantener a Cuba o no en la Lista de Países Patrocinadores del terrorismo en manos del Congreso”.

Por su parte, la representante Sydney Kai Kamlager-Dove, demócrata por California, opinó que Cuba no cumple con los requisitos para estar en la lista, y que su inclusión en la misma es “un castigo impulsado políticamente”.

Añadió que la designación frustra activamente la libertad que Estados Unidos está buscando para Cuba al restringir las transacciones financieras que permitirían a los cubanos comunes abrir negocios, sofocando el crecimiento del sector privado, y creando una barrera importante a la ayuda que pueden brindar las organizaciones humanitarias y religiosas.

El tema de la inclusión de Cuba en la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo también se discutió en una conferencia virtual de la Alianza por Cuba Compromiso y Respeto (ACERE), una coalición de organizaciones que trabaja para el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos contra el régimen cubano.

Se analizaron las razones detrás de la inclusión de Cuba en dicha lista, una de ellas, el rechazo del gobierno de la isla a la solicitud de Colombia de extraditar a 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que vivían en La Habana, después de que ese grupo se atribuyó la responsabilidad del atentado con bomba en 2019.

Gimena Sánchez-Garzoli, Directora para los Andes de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), recordó que Cuba se negó a cumplir la petición de extradición, alegando que la misma violaría los protocolos establecidos como garante de los diálogos de paz entre el ELN y el gobierno colombiano. Otro garante clave de las conversaciones de paz, Noruega, estuvo de acuerdo.

“Cuba, junto a Noruega, firmaron un protocolo de retorno seguro de la delegación. Y, básicamente, no tuvo otra opción que honrar este protocolo a pesar de la solicitud de extradición que hizo el entonces presidente Duque”, declaró.

Señaló, además, que en noviembre del 2022, el actual presidente Gustavo Petro suspendió las órdenes de captura y extradición en contra de los negociadores del ELN para facilitar los diálogos de paz con esa guerrilla.

Por su parte, Fulton Armstrong, experto en seguridad nacional e investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de American University, habló de otra de las razones por las que Estados Unidos colocó a Cuba en la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo: que da refugio a varios fugitivos estadounidenses de la justicia buscados por cargos relacionados con la violencia política.

El panelista habló específicamente del caso de Chesimard, también conocida como Assata Shakur, una fugitiva de la lista de terroristas más buscados del FBI, que fue condenada por asesinar a un policía estatal de Nueva Jersey.

Según Armstrong, Chesimard no fue condenada por cometer actos de terrorismo, sino que fue clasificada como terrorista por el FBI en el 2005.

Añadió que Estados Unidos “aceptó garantías cubanas en 2004 y 2005 de que ya no proporcionaría refugio seguro a nuevos fugitivos”, y “que no ha recibido a un solo exiliado estadounidense en más de 30 años”.

Mientras tanto, Robert Muse, abogado experto en sanciones de Estados Unidos a Cuba, habló de las consecuencias para la isla de estar en la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, entre ellas, que los bancos, las instituciones financieras, las empresas y los inversores no quieran hacer negocios en la isla; que la mayoría de los exportadores renuncian a exportar a Cuba porque “es demasiado arriesgado y no quieren ser multados bajo las regulaciones de control de exportaciones de Estados Unidos”, y que crea obstáculos adicionales para la entrega de ayuda humanitaria.

Los tres panelistas coincidieron en su opinión de que el gobierno de Estados Unidos debe sacar a Cuba de la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, que su aplicación en el caso de Cuba “es cuestionable”, y que la designación tiene efectos tangibles que dificultan la vida de los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla.