En la ciudad de Miami se ha acometido la reedición de una joya invaluable del pensamiento cubano contemporáneo, noventa años después de haber sido publicada y mediante el sello Ediciones Exodus, se trata de la obra “Biología de la democracia“, de Alberto Lamar Schweywer.
Sobre el libro, la editorial propone que “Biología de la democracia” debe considerarse “uno de los primeros documentos teóricos escritos por un intelectual cubano sobre el pensamiento de derecha”.
Lo importante de Lamar Schmeyer consiste, según asegura a Martí Noticias el editor e intelectual Ángel Velázquez Callejas,“en poner de relieve que el pensamiento de derecha (minorista) no constituye en sí una fórmula y receta para partidos políticos con tendencias ideológicas”.
Así, según este pensamiento, es al contrario, la democracia debe subordinarse a principios y leyes de la vida y la naturaleza.
Apunta Callejas que la obra ahora reeditada ha sido “estimada por las generaciones de la época y las posteriores hasta nuestros días como un texto reaccionario, de tendencia fascista y anti-democrática, pero Biología… no deja de sorprender por la elegancia del ensayo y la perspectiva epistemológica. Esta reedición, noventa años después de la primera publicación de 1927, pretende reactivar la lectura sobre uno de los autores más conspicuos de las primeras décadas del siglo XX”.
"Lamar puede ser, según nuestro punto de vista, catalogado desde su perspectiva autocrática como anti-burgués, anti-liberal y furibundo anti-comunista. Se presentaba a través de Biología..., ambivalente y como un reaccionario inactual (para usar una frase peculiar de Nietzsche); es decir, depositaba la esperanza en una virtual y futura “democracia” para América pero intuía al mismo tiempo que la autocracia no era para América".
Asegura Callejas que el que ese perspectivismo naturalista del pensamiento de Lamar no tuviera la suerte de sobrepasar los años 30 del siglo XX y convertirse además en un pensamiento regularizado en el marco de las corrientes nacionales y en los círculos de intelectuales criollos “pudiera encontrar razón en el hecho de que no constituía per se una directriz ideológica y patriótica, es decir, una artificialidad natural nacionalista”.
Lamar Schweyer fue un periodista y ensayista cubano que, en 1918, empieza a trabajar en la redacción del Heraldo de Cuba.
Su labor literaria la inicia en las revistas Social y El Fígaro, de 1921 a 1929). Colaboró además en Cuba Contemporánea, 1922, El Mundo y en Smart, donde fue jefe de redacción.
En 1924 pasó a trabajar a El Sol, periódico del que llegó a ser subdirector.
Lamar perteneció al famoso Grupo Minorista de intelectuales cubanos vanguardistas y al morir era director de la edición vespertina de El País. Fue uno de los redactores y directores de la revista de izquierdas Venezuela Libre, 1925, que se publicaba en La Habana y estuvo entre los seis redactores de la Revista Parlamentaria de Cuba.
Obviamente, el pensamiento de Lamar evolucionó luego hacia la derecha y por ese motivo fue estigmatizado como "el traidor de los minoristas" nada menos que por el escritor Alejo Carpentier en el texto "Un ascenso de medio siglo". Carpentier, como se sabe, murió como fiel funcionario del régimen marxista cubano
La transcripción del original, la corrección, las notas aumentadas, la investigación y prólogo de Biología estuvo a cargo del editor Callejas, mientras que la maquetación y cubierta del libro estuvo a cargo del diseñador de arte Roger Castillejo.