La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) desempeña un papel crucial en la respuesta y recuperación tras desastres naturales en Estados Unidos, en particular ante los huracanes, que afectan anualmente las costas del país.
FEMA se activa cuando los recursos locales y estatales son insuficientes para atender las necesidades de los afectados. Su misión es coordinar los esfuerzos federales, canalizar recursos y brindar asistencia directa a las personas y comunidades más golpeadas por las catástrofes.
Respuesta rápida ante la emergencia
Tras el impacto de un huracán, FEMA despliega equipos de evaluación y respuesta rápida para determinar la magnitud de los daños y las necesidades inmediatas de las zonas afectadas. La agencia establece centros de comando en colaboración con autoridades locales y estatales para gestionar la distribución de suministros esenciales como agua, alimentos, medicamentos y refugios temporales.
En entrevista con la Voz de América, el gerente de prensa de FEMA, Daniel Llargués, subrayó que “gracias a la colaboración con las autoridades locales y estatales” se puede “proveer asistencia, así como también equipos de búsqueda y rescate”, una operación que ya se desempeñó durante el paso del huracán Helene, que afectó a varios estados del país, como Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
Lee también Milton deja muerte y devastación en Florida (FOTOS)En la etapa inicial, su principal enfoque es proporcionar refugio a los desplazados. Mediante el Programa de Asistencia de Refugio Transitorio, FEMA cubre los costos de alojamiento en hoteles para quienes han perdido sus hogares o no pueden regresar a ellos debido a las condiciones inseguras. Además, se implementan centros de recuperación donde los damnificados pueden acceder a asistencia médica, psicológica y legal, facilitando la transición de la fase de emergencia a la de recuperación a largo plazo.
“Si están en un lugar seguro y pueden llamarnos para solicitar asistencia, los invito a que llamen al 1-800-621-3362 para asistencia federal de FEMA”, agregó Llargués.
Recursos financieros: Subvenciones y préstamos
Aún se desconoce el alcance de los daños de los huracanes Helene y Milton que han impactado varios estados del país. Para los damnificados del primer ciclón, la agencia federal ya ha destinado “más de 42 millones de dólares en las cuentas de los cheques de las personas afectadas para que empiecen esa recuperación”.
“FEMA tiene los fondos disponibles, así que si alguien sufrió daños debe ponerse en contacto con nosotros”, insistió.
Desafíos y críticas
Aunque FEMA ha sido un pilar en la recuperación tras huracanes, su respuesta no está exenta de desafíos. Huracanes de gran magnitud, como Katrina en 2005 o María en 2017, han expuesto las limitaciones logísticas de la agencia.
Lee también Inundaciones en el occidente de Cuba por Milton: Así se sintió el huracán en el Malecón habaneroEn ocasiones, la distribución de recursos ha sido más lenta de lo esperado, y la burocracia en la aprobación de fondos ha generado frustración entre los damnificados. Sin embargo, FEMA ha tomado medidas para mejorar su eficiencia, como la implementación de sistemas digitales que agilizan el proceso de solicitud y evaluación de ayuda.
Cooperación a largo plazo
FEMA también trabaja con otras agencias gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro y entidades privadas, entre las que se encuentran la Cruz Roja Americana, la Guardia Nacional y otras organizaciones, para coordinar la logística de las operaciones de emergencia y evitar duplicidades de esfuerzos.
Además, FEMA promueve la preparación a largo plazo a través de programas educativos que instruyen a las comunidades vulnerables sobre cómo reducir los riesgos ante futuros desastres. Su objetivo es minimizar el impacto de los huracanes mediante la planificación y la construcción de infraestructuras más resilientes.
La agencia federal también colabora con la Administración de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés) para ofrecer préstamos a bajo interés destinados a ayudar tanto a propietarios de viviendas como a empresas a recuperarse de los daños materiales. Estas ayudas buscan garantizar que las comunidades afectadas puedan reactivar su economía y restablecer la normalidad lo más rápido posible.