La decimosexta cumbre de los BRICS sesiona por estos días en la ciudad rusa de Kazán. El anfitrión Vladimir Putin tiene como foco afianzar una alternativa económica a Occidente que le permita mitigar el efecto de las sanciones por invadir Ucrania.
Desde Moscú el aliado “estratégico” del régimen de La Habana envió una invitación formal al gobernante Miguel Díaz-Canel para participar en la cumbre, luego de que éste solicitara formalmente el ingreso de Cuba al bloque.
Díaz-Canel no pudo hacer el lobby previsto en Rusia, pero una delegación encabezada por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla participa del encuentro en el que están 24 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos, el chino Xi Jinping, el indio Narendra Modi y el turco Recep Tayyip Erdogan.
¿Qué características tiene esta alianza, que recién acordó su ampliación a 11 integrantes, y cuáles son las razones por las que el designado de Raúl Castro busca sumarse a este mecanismo? Martí Noticias resumió algunas respuestas.
¿Qué son los BRICS?
Los BRICS es un bloque bautizado con el acrónimo de sus países fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, este último incorporado en 2010, dos años después de la formalización del grupo de naciones, en 2008.
Fue la asociación de las que entonces eran consideradas como las cinco economías nacionales emergentes más prometedoras del mundo por los siguientes 50 años.
En 2015 nació con sede en China el Nuevo Banco de Desarrollo -con la aspiración a ser una alternativa al Banco Mundial-, que busca facilitar transacciones entre los miembros sin imponer condiciones políticas. La presidenta del banco de los BRICS, es la exmandataria de Brasil, Dilma Roussef.
Su expansión
A los estados BRICS originales se unieron cuatro países más en 2024: Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. El grupo de naciones ha subrayado que sus miembros representarán desde 2024 el 39 % de las exportaciones petroleras mundiales y el 47,6 % de la producción mundial total de crudo.
Los BRICS contribuyeron en el último año con el 31,5 % del PIB global, mientras que el G7 (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) aportó 30,7 %, de acuerdo con una investigación publicada por el centro latinoamericano de estudios económicos Cedetrabajo.
Evgeny Kogan, de la Escuela Rusa de Economía, dice en su canal de Telegram Bitkogan que la organización BRICS hasta ahora ha mostrado poca voluntad de proteger a Rusia de las sanciones internacionales. El banco de desarrollo fundado por los países BRICS se sumó a las sanciones contra Rusia en 2022. Kogan también señala la siguiente relación: la población total de los países BRICS, de 3.500 millones de personas, representa alrededor del 45 % de la población mundial, mientras que su participación en el producto interior bruto (PIB) mundial es del 37,3 por ciento. Su conclusión: "Es demasiado pronto para hablar de un nuevo orden mundial".
Hasta agosto, 40 países manifestaron su voluntad de pertenecer al grupo y 23 expresaron formalmente su interés, precisó Sudáfrica, que este año ocupa la presidencia rotatoria del grupo.
Los BRICS son considerados por algunos de sus defensores como una alternativa al bloque de los principales países desarrollados, conocido como el G7.
La crítica de su “creador”
El acrónimo BRIC -originalmente sin la “S” final, pues Sudáfrica aún no formaba parte- se le atribuye al economista británico Jim O’Neill, quien llegó a presidir la firma Goldman Sachs y fue secretario comercial del Tesoro en su país.
El especialista acuñó el término en 2001 bajo la tesis de que “la gobernanza global” debía ajustarse para incorporar a las economías emergentes más grandes del mundo.
O’Neill aclaró que su planteamiento original no era “una tesis de inversión” en los BRICS, ni un apoyo a sus naciones fundadoras como parte de “un grupo político”.
“Desde que los Ministros de Relaciones Exteriores de Brasil y Rusia propusieron la idea de crear una agrupación política formal BRIC en 2009, he cuestionado el propósito de la organización, más allá de significar un gesto simbólico”, escribió O’Neill en un artículo publicado a finales de agosto.
El economista, ahora asesor de Chatham House, un think tank londinense de política y economía internacional, también declaró en 2023 al diario Financial Times que la idea de una moneda común del bloque es “ridícula”.
Resultados por verse
Los convenios de los BRICS no se han traducido “en vinculaciones económicas muy estrechas ni proyectos creativos” tangibles entre sus miembros, observa el analista y articulista de asuntos internacionales, Félix Gerardo Arellano.
El bloque se ha posicionado en años recientes como “una opción alterna y rupturista” de corte político e ideológico contra las tradiciones económicas occidentales, apunta.
Los BRICS no han fijado reglas de comercio ni concretado proyectos de desarrollo industrial entre sus integrantes, ha comentadoArellano a la VOA.
El especialista también advirtió que, si bien China se ha reafirmado como la segunda economía del mundo y la India ha crecido “rápidamente”, ninguno de los otros BRICS ha tenido un desempeño tan bueno como este par de naciones fundadoras.
“Brasil y Rusia representan aproximadamente la misma proporción del PIB mundial que en 2001, y Sudáfrica ni siquiera es la economía más grande de África”, apuntó.
La esperanza de Díaz-Canel
Desde la cancillería cubana señalaron que acceder al grupo como socio es un “paso indispensable” para poder alcanzar posteriormente la “adhesión como miembro pleno”.
Para John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba, la relación del régimen cubano con los BRICS “simplemente les da otro canal formal para pedir ayuda a un gobierno”, dijo a El Nuevo Herald.
“No quieren unirse a los BRICS porque les proporciona un modelo para todos los cambios económicos que necesitan hacer. Están tratando de conseguir que algún gobierno les dé dinero para no tener que hacer ninguno de esos cambios”, añadió.
El economista e investigador cubano Miguel Alejandro Hayes coincide. Según declaró a Martí Noticias, Cuba podría buscar uniéndose a los BRICS “algún tipo de financiamiento, y recursos de inversión extranjera”. Advierte que se trata muchas veces de proyectos “que no responden a las necesidades de desarrollo de los países para potenciar su sistema empresarial”.
En opinión de Hayes, “hay muchos casos reales, por ejemplo, que el gobierno chino, a través de su banca, ofrece un crédito de X cantidad de miles de millones a un país para un proyecto de infraestructura extremadamente grande que no responde a sus intereses nacionales”.
Díaz-Canel, está alineado con los gobernantes de los países autoritarios de Venezuela y Nicaragua, Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Pero, en la XVI Cumbre de los BRICS estas naciones latinoamericanas quedaron fuera de la lista de países que aspiran a ser socios de las principales “economías emergentes” del mundo.
La exclusión de los dos países suramericanos habría sido por el deseo del gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva de que no entraran al bloque, según reportes de medios de Brasil. El presidente brasileño en los últimos tiempos se ha distanciado públicamente del autoritarismo de Maduro y Ortega.
Su asesor en política internacional, Celso Amorim, lo explicó a CNN Brasil: “Yo no defiendo la entrada de Venezuela. Creo que hay que ir despacio. No sirve de nada llenarlo de países porque en nada habremos creado un nuevo G-77”. Brasilia no quería premiar a Caracas, que desde las presidenciales, marcadas por las sospechas de fraude, responde con un no a cada demanda brasileña.
No obstante, Cuba y Bolivia, en cambio, son los países latinoamericanos que, con el visto bueno de Brasilia, entraron en la lista final de aspirantes oficiales a unirse a los BRICS, según reportó El País.
(Incluye información de la Voz de América)