Qué papel jugará Evo Morales en el futuro gobierno si se confirma el triunfo electoral de Luis Arce, el candidato designado por el exmandatario, es la pregunta que muchos bolivianos y analistas se hacían el lunes.
Lee también Socialismo triunfa en elecciones de Bolivia (VIDEO); Cuba y Venezuela celebran“Arce no es Morales, pero la pregunta es quién va a gobernar Bolivia ante la crisis que se avecina”, dijo el analista y aprofesor de Ciencia Política Franklin Pareja. “No está claro el rol de jugará el expresidente, lo cierto es que Arce salvó al MAS de una crisis provocada por Morales”, dijo el exdiputado Carlos Borth. El Movimiento al Socialismo (MAS) es el partido de Morales.
“Es posible que Arce eventualmente le dé la espalda a Morales (...). Arce se ha distanciado de Morales en las últimas semanas...
Tras 14 años en el poder, Morales -el primer presidente indígena de Bolivia- polarizó al país por su afán de reelegirse pese a un referendo que le había negado esa opción. Tras las elecciones del año pasado en las que buscaba su cuarto mandato consecutivo, anuladas por denuncias de fraude, Morales llevó al país a una crisis política que se profundizó con la pandemia, según expertos.
“Es posible que Arce eventualmente le dé la espalda a Morales, (como ocurrió con Lenín Moreno y su mentor Rafael Correa en Ecuador). Arce se ha distanciado de Morales en las últimas semanas. De cara al futuro, podrían surgir divisiones internas dentro del MAS, especialmente en temas delicados de política económica”, comentó a The Associated Press Rodrigo Riaza del diario británico The Economist.
Arce, de 57 años, es considerado el cerebro detrás del éxito económico de Morales, de quien fue ministro de Economía durante 12 años. El tecnócrata con estudios en Londres representa una renovación, dijo la profesora de Sociología, María Teresa Zegada.
El exmandatario tiene al menos seis procesos penales que le inició el actual gobierno, entre ellos uno por fraude electoral. El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió que si regresa al país deberá enfrentar a la justicia.
Un conteo rápido de la privada Fundación Jubileo, vinculada con la Iglesia católica en alianza con instituciones académicas, dio a Arce un 53% de los votos y un 30,8% al candidato de centro Carlos Mesa, con un margen de error de 1,48 puntos porcentuales. El sondeo se hizo sobre una muestra que abarcó el 13% de las mesas de sufragio.
“Vamos a gobernar para todos, vamos a construir un gobierno de unidad nacional”, dijo Arce la madrugada del lunes al comentar los resultados no oficiales.
Para ganar en primera vuelta se precisa el 50% de los votos o que el ganador haya obtenido un 40% y tengas a su vez una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado.
Incluso la presidenta interina Jeanine Áñez felicitó al posible ganador. “Aún no tenemos cómputo oficial pero con los datos con los cuales contamos, el señor Arce ha ganado la elección. Le felicito y le pido gobernar pensando en Bolivia”, dijo en un mensaje por televisión el domingo en la noche.
Hasta la mañana del lunes se habían computado menos del 20% de las actas de votación.
La gente optó por la certidumbre. La demanda de estabilidad y gobernabilidad era muy grande
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) fue blanco de críticas por la demora. Su presidente, Salvador Romero, pidió paciencia y dijo que el cómputo busca certezas. El TSE tiene hasta siete días para dar un resultado final.
“La gente optó por la certidumbre. La demanda de estabilidad y gobernabilidad era muy grande”, opinó Sebastián Michel, portavoz del MAS.
Según Michel, el 20% de los indecisos habría sido fundamental para modificar la tendencia de las encuestas que vaticinaban una segunda vuelta con Arce a la cabeza y Mesa en segundo lugar.
La eventual victoria de Arce generaba sentimientos encontrados en las calles. “El MAS está de vuelta, pero creo que no es por Evo. Creo que el país quiere al MAS con nuevos representantes”, dijo el estudiante de contabilidad Miguel Choque.
“No puedo creer que el MAS gane. Yo voy a esperar los resultados oficiales. El MAS debe entender que no queremos a Evo”, sostuvo Sandra Menes, de 25 años.