El cubano Rancés Barthelemy, dos veces campeón mundial profesional en 130 y 135 libras, no pudo salir airoso en su pelea en Brooklyn el sábado en la noche y criticó duramente al referí.
Su mente estaba puesta en una victoria en las 140 libras contra el estadounidense Gary Russell para así colocarse a las puertas de buscar un pleito por un título del orbe. Por el momento se frustró ese intento.
Barthelemy sabe que el que persevera triunfa, y esa derrota no lo va a hacer parar. Regresará al gimnasio para buscar otros éxitos y poder situarse de nuevo entre los mejores súper ligeros a nivel global y buscar otra oportunidad titular.
Rancés (29-2-15 KO) tuvo en frente a uno de los peleadores con mayor proyección dentro del pugilismo profesional, tras incursionar de forma exitosa a nivel amateur.
El peleador de Capitol Heights, estado de Maryland, Gary Russell (16-0-16 KO) era favorito en su pelea ante Rancés.
El pleito fue movido, con buen contragolpeo del cubano. Pese a que los tres jueces le daban ventaja cerrada a Russell, Rancés se plantó frente a frente con un boxeo rápido de piernas y manos.
En el sexto round, Russell le conectó un gancho de derecha a Barthelemy, quien perdió el equilibrio y cayó de frente. Se recuperó rápido.
El referí Shada Murdaugh le aplicó conteo de protección al púgil de la mayor isla de las Antillas. Posteriormente, le habló a Rancés y determinó que Barthelemy no estaba en buenas condiciones físicas para seguir en el ring. Fue un nocaut técnico en el sexto round.
Posteriormente Rancés dijo que deseaba una revancha, pero con otro referí, y que él pudo haber seguido en la pelea porque es un veterano y se había recuperado del uppercut que lo tumbó.
El británico Josh Taylor (19-0-13 KO) aparece como número uno a nivel global en las 140 libras. Russell se ubica en la quinta posición, mientras que Rancés Barthelemy figura en el puesto 23 de BOXRECORD, la compañía encargada de llevar el récord profesional y amateur de todos los púgiles a nivel mundial.