El Gobierno de Maduro autoriza más dólares en tarjeta de crédito para viajes a la isla, donde los venezolanos la convierten en billetes que luego multiplican en su mercado negro.
El diario El Nuevo Herald informa que las últimas restricciones impuestas por el régimen de Nicolás Maduro a la adquisición de dólares estarían propiciando más turismo venezolano a Cuba, en pos de convertir allá en efectivo el cupo autorizado en tarjetas de crédito para viajar, y al regreso vender esas divisas en el mercado negro, aprovechando un tipo de cambio mucho más alto que el oficial.
Esa práctica ilegal de viajar para "raspar" la tarjeta, conocida como "raspacupo", se había popularizado en el país suramericano, agobiado por la escasez de divisas.
El organismo encargado del control de la moneda convertible, la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), otorgaba cupos desde 300 hasta tres mil dólares para consumos en el exterior por tarjeta de crédito, de acuerdo con el destino y tiempo de viaje, a los que se sumaban avances de efectivo entre 300 y 500 dólares.
Sin embargo, Maduro ordenó reducir de 2,500 dólares a entre 700 y 1.000 los cupos para viajes a destinos favoritos de los venezolanos como Miami, Bogotá, Lima, San José o Panamá, mientras que mantuvo el monto original para viajar a Cuba y otros países del ALBA.
El secreto de la rentabilidad de estas operaciones es la considerable brecha que existe entre la cotización oficial del dólar en Venezuela y la paralela. El Herald precisa que con las medidas anunciadas por Maduro, el tipo de cambio de los cupos de viajeros oscila entre los 11.3 y los 20 bolívares por dólar, pero en el mercado negro el jueves se encontraba en $79.69.
Eso explica que a pesar de todo el dinero que se pierde entre pasajes, trámites e intermediarios, el "raspacupo" siga siendo negocio.
La publicación digital Crónica señala que "los turistas necesitan de la complicidad de los comerciantes extranjeros, que les facturan gastos inexistentes con la tarjeta y les dan el efectivo a cambio de una comisión".
El diario La Verdad de Maracaibo reportó en septiembre pasado que los pasajes para Cuba se habían agotado para lo que restaba de 2013, a pesar de que los precios se elevaron de 2.500 bolívares a casi 6.000. La publicación afirmaba que en la isla cobraban por "raspar" la tarjeta una comisión del 16 por ciento.
Sin embargo, aunque en Cuba existe un mercado negro de compraventa de dólares y otras monedas convertibles, sólo los bancos y otros establecimientos estatales cubanos manejan tarjetas de crédito.
Esa práctica ilegal de viajar para "raspar" la tarjeta, conocida como "raspacupo", se había popularizado en el país suramericano, agobiado por la escasez de divisas.
Sin embargo, Maduro ordenó reducir de 2,500 dólares a entre 700 y 1.000 los cupos para viajes a destinos favoritos de los venezolanos como Miami, Bogotá, Lima, San José o Panamá, mientras que mantuvo el monto original para viajar a Cuba y otros países del ALBA.
El secreto de la rentabilidad de estas operaciones es la considerable brecha que existe entre la cotización oficial del dólar en Venezuela y la paralela. El Herald precisa que con las medidas anunciadas por Maduro, el tipo de cambio de los cupos de viajeros oscila entre los 11.3 y los 20 bolívares por dólar, pero en el mercado negro el jueves se encontraba en $79.69.
Eso explica que a pesar de todo el dinero que se pierde entre pasajes, trámites e intermediarios, el "raspacupo" siga siendo negocio.
La publicación digital Crónica señala que "los turistas necesitan de la complicidad de los comerciantes extranjeros, que les facturan gastos inexistentes con la tarjeta y les dan el efectivo a cambio de una comisión".
El diario La Verdad de Maracaibo reportó en septiembre pasado que los pasajes para Cuba se habían agotado para lo que restaba de 2013, a pesar de que los precios se elevaron de 2.500 bolívares a casi 6.000. La publicación afirmaba que en la isla cobraban por "raspar" la tarjeta una comisión del 16 por ciento.
Sin embargo, aunque en Cuba existe un mercado negro de compraventa de dólares y otras monedas convertibles, sólo los bancos y otros establecimientos estatales cubanos manejan tarjetas de crédito.