Se acerca el momento de la verdad, aproximadamente 1:30 p.m., hora del este, cuando los Mantarrayas de Tampa Bay se enfrente en un juego de exhibición en el estadio Latinoamericano de La Habana a una mermada selección nacional cubana, que ha sufrido numerosas deserciones, la más reciente la de los hermanos Gourriel.
El juego ha levantado muchas expectativas porque en las gradas estará sentado el presidente de Estados Unidos Barack Obama junto a su familia.
Muchos esperan que este encuentro será algo así como el empujón final que hace falta para que las autoridades de ambos países se pongan de acuerdo y permitan que los cubanos jueguen en Grandes Ligas sin necesidad de que abandonen ilegalmente la isla.
La entrada al estadio Latinoamericano será por invitación.
Han sido entregadas en centros de trabajos y universidades a personas que se identifican con la doctrina comunista que impera en la isla. Es decir, el cubano de a pie tendrá que escuchar el juego por la radio o verlo por la televisión.
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En cuanto al enfrentamiento de este martes, un juego de pelota lo gana cualquiera.
No sería de extrañar que el equipo cubano se alce con la victoria frente a los Rays de Tampa Bay, que el año pasado finalizó en cuarto lugar en la División Este de la Liga Americana, detrás de los Azulejos de Toronto, los Yankees de Nueva York y los Orioles de Baltimore.
Los Rays tampoco tuvieron una buena actuación en 2014, también finalizaron en el cuarto lugar detrás de los Orioles de Baltimore, los Yankees de Nueva York y los Azulejos de Toronto.
En este momento, los peloteros estadounidenses se encuentran en la fase final del entrenamiento de primavera de Grandes Ligas y, aunque el juego de esta tarde debería inclinarse a su favor, no descartamos un triunfo cubano.
Los peloteros cubanos conocen mejor el estadio Latinoamericano, cuentan con el respaldo del público y, a la hora de la verdad, no pensamos que este enfrentamiento represente mucho para los visitantes, que no estarían dispuestos a arriesgar mucho por el temor a lesionarse y perder parte de la temporada 2016 que comienza en abril.
Cuando los Orioles de Baltimore visitaron en 1999 la isla, vencieron 3-2 en 11 innings al equipo cubano. Pero cuando la selección nacional cubana viajó a Estados Unidos derrotó a Baltimore 12-6.
Por supuesto, esto no significó en su momento que el béisbol cubano estaba al mismo nivel que el de las Grandes Ligas, porque los juegos de exhibición son solamente eso y no miden la calidad real de los jugadores que intervienen en un juego solitario.
Definitivamente, será un juego histórico por la presencia de Obama y de directivos de Grandes Ligas en las gradas del estadio Latinoamericano, porque es la segunda visita de un team de las Mayores a la isla desde hace 17 años y porque el comisionado de béisbol de MLB Rob Manfred reafirmó en la capital cubana que se busca una solución para que los jugadores cubanos puedan jugar en Grandes Ligas.
Manfred reconoció que es un proceso "largo y complicado, porque es un asunto entre Gobiernos".
Las alineaciones:
RAYS
- Dayron Varona, jardín derecho
- Brad Miller, campocorto
- Evan Longoria, 3B
- Corey Dickerson, bateador designado
- Logan Forsythe, 2B
- Kevin Kiermaier, jardín central
- Desmond Jennings, jardín izquierdo
- James Loney, 1B
- René Rivera, receptor
- Matt Moore, lanzador
CUBA
- Roel Santos, jardinero central
- Yordan Manduley, campocorto
- Yosvani Alarcon, bateador designado
- William Saavedra, 1B
- José A. García, jardinero derecho
- Yurisbel Gracial, 3B
- Yunior Paumier, 2B
- Frank Camilo Morejón, receptor
- Denis Laza, jardinero izquierdo
- Yosvani Torres, lanzador
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