Para La Habana parece ser una victoria obtenida por cansancio de su acreedor. Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, citadas por el diario mexicano El Financiero, tienen otra explicación.
Después de recorrer durante 15 años un accidentado camino para intentar cobrar una deuda millonaria al gobierno cubano, que incluyó tres acuerdos incumplidos y dos litigios internacionales, México se dio por vencido y le perdonó a Cuba el pago de $340 millones de dólares.
La suma representa el 70% de un saldo de $487 millones. Cuba tiene ahora un nuevo plazo de diez años para pagar los $146,1 millones de dólares restantes, según el acuerdo firmado el pasado primero de noviembre en la capital azteca.
Para La Habana parece ser una victoria obtenida por cansancio de su acreedor. Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, citadas por el diario mexicano El Financiero, tienen otra explicación.
“Ambos gobiernos comenzaron a evaluar una negociación formal para un acuerdo que permita la protección recíproca de sus hidrocarburos en la frontera del Golfo de México. La intención es formalizar la carta de intención no vinculante que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Unión Cuba Petróleo (Cupet) firmaron en abril de 2012, con el compromiso de estudiar opciones para que la paraestatal mexicana intervenga en la exploración y explotación de crudo en la zona cubana”, aseguró El Financiero.
La deuda cubana se originó en 1998 cuando el Banco Nacional de Comercio Exterior le otorgó a Cuba un línea de crédito para comprar petróleo y sus derivados. Fue una especie de salvavidas mexicano al que el régimen cubano se aferró para sobrevivir.
Con la llegada de Chávez a la presidencia de Venezuela, Castro dejó de comprar petróleo mexicano y también de pagarlo.
Durante los sexenios de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón (2000-2012), México renegoció infructuosamente la deuda cubana y promovió incluso juicios internacionales y embargos de cuentas en Italia al gobierno cubano.
Las demandas mexicanas pretendían obtener compensación de la empresa Telecom Italia que entonces poseía el 27% de las acciones del monopolio estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA). Al final los reclamos legales no prosperaron.
El intercambio comercial entre México y Cuba alcanzó los 374 millones de dólares en 2011, según cifras oficiales.
Durante el 2010 las principales exportaciones de México a Cuba fueron recipientes de aluminio, polímeros, preparaciones para alimentación de animales, tapones o tapas, abonos y caucho, mientras que Cuba exportó al país azteca puros y cigarrillos, alcohol etílico, productos asociados al aluminio, materiales de laboratorio y alambre de cobre.
Cuba es el décimo cuarto destino de la inversión mexicana en América Latina, con 730 millones de dólares entre 1999 y 2012.
La inversión de Cuba hacia México ascendió a 7 millones de dólares en el mismo período, lo que convierte a la isla en el décimo tercer inversor latinoamericano en México.
La suma representa el 70% de un saldo de $487 millones. Cuba tiene ahora un nuevo plazo de diez años para pagar los $146,1 millones de dólares restantes, según el acuerdo firmado el pasado primero de noviembre en la capital azteca.
Para La Habana parece ser una victoria obtenida por cansancio de su acreedor. Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, citadas por el diario mexicano El Financiero, tienen otra explicación.
“Ambos gobiernos comenzaron a evaluar una negociación formal para un acuerdo que permita la protección recíproca de sus hidrocarburos en la frontera del Golfo de México. La intención es formalizar la carta de intención no vinculante que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Unión Cuba Petróleo (Cupet) firmaron en abril de 2012, con el compromiso de estudiar opciones para que la paraestatal mexicana intervenga en la exploración y explotación de crudo en la zona cubana”, aseguró El Financiero.
La deuda cubana se originó en 1998 cuando el Banco Nacional de Comercio Exterior le otorgó a Cuba un línea de crédito para comprar petróleo y sus derivados. Fue una especie de salvavidas mexicano al que el régimen cubano se aferró para sobrevivir.
Vicente Fox y el entonces canciller cubano Felipe Pérez Roque.
En ese entonces el teniente coronel Hugo Chávez no había llegado al poder y el petróleo venezolano no fluía generosamente hacia la isla, como comenzó a hacerlo un año después.Con la llegada de Chávez a la presidencia de Venezuela, Castro dejó de comprar petróleo mexicano y también de pagarlo.
Durante los sexenios de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón (2000-2012), México renegoció infructuosamente la deuda cubana y promovió incluso juicios internacionales y embargos de cuentas en Italia al gobierno cubano.
Las demandas mexicanas pretendían obtener compensación de la empresa Telecom Italia que entonces poseía el 27% de las acciones del monopolio estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA). Al final los reclamos legales no prosperaron.
Raúl Castro y Felipe Calderón reunidos en el Palacio de la Revolución.
Dos años después de asumir la presidencia, Calderón restauró los lazos con Cuba en marzo de 2008, luego de que estuvieron al borde de la ruptura durante la Administración de Vicente Fox (2000-2006). Calderón viajó a La Habana en abril de 2012 en su primera visita oficial a Cuba.El intercambio comercial entre México y Cuba alcanzó los 374 millones de dólares en 2011, según cifras oficiales.
Durante el 2010 las principales exportaciones de México a Cuba fueron recipientes de aluminio, polímeros, preparaciones para alimentación de animales, tapones o tapas, abonos y caucho, mientras que Cuba exportó al país azteca puros y cigarrillos, alcohol etílico, productos asociados al aluminio, materiales de laboratorio y alambre de cobre.
Cuba es el décimo cuarto destino de la inversión mexicana en América Latina, con 730 millones de dólares entre 1999 y 2012.
La inversión de Cuba hacia México ascendió a 7 millones de dólares en el mismo período, lo que convierte a la isla en el décimo tercer inversor latinoamericano en México.