Benedicto XVI deja la Santa Sede el 28 de febrero

Fotografía de archivo tomada el 9 de febrero de 2013 que muestra al papa Benedicto XVI bendiciendo a los miembros de la Orden de Malta durante una misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

La renuncia cogió por sorpresa al Vaticano y se espera que para mayo sea elegido el sucesor del Papa.
El papa Benedicto XVI anunció este lunes que deja el Pontificado el próximo 28 de febrero, en una decisión sin precedentes en la historia reciente del Vaticano.

El alemán Joseph Ratzinger, de 85 años, había sido elegido Papa el 19 de abril de 2005 en el primer Cónclave del siglo XXI, tras la muerte de Juan Pablo II.

Benedicto XVI es el pontífice número 265 de la Iglesia Católica, obispo de Roma y séptimo Jefe del Estado Vaticano. Nacido en Marktl am Inn, en Alemania, el 16 de abril de 1927, Ratzinger participó en la II Guerra Mundial, en las filas del ejército nazi.

Posteriormente, estudió en la Escuela Superior de Filosofía de Freising y se doctoró en teología por la Universidad de Munich. El 29 de junio de 1951 fue ordenado sacerdote y optó por la labor docente. Fue profesor de Teologa y de Dogmática e Historia del
Dogma en diversas universidades alemanas. Intervino como consultor del arzobispo de Colonia en el Concilio Vaticano II y en marzo de 1977, fue designado arzobispo de Munich y Freising.
Ese año, se convirtió en cardenal y en 1981 prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio). En ese puesto fue confirmado en 1996 por tiempo indefinido. Responsable de las medidas disciplinarias adoptadas por el
Vaticano contra los teólogos de la liberación, Ratzinger fue nombrado en 2002 Decano del Colegio de Cardenales, y como tal, fue el "primus inter pares" entre los purpurados.

Le correspondió oficiar la misa de funeral por Juan Pablo II fallecido el 2 de abril de 2005 y la misa "pro eligendo pontfice", previa al cónclave por él convocado para elegir al sucesor del Papa. El 19 de abril de 2005 fue elegido Papa en el segundo día de
cónclave y al cuarto escrutinio.

Para su Pontificado eligió el nombre de Benedicto XVI y se convirtió en el Papa 265 de la historia de la Iglesia y el sexto alemán desde Víctor II (1055-1057). Su primer viaje oficial fuera de Italia lo realizó en agosto de 2005 a Alemania, su país natal, donde visitó la sinagoga de Colonia, la segunda vez que un papa pisaba un templo judío desde que Juan Pablo II entró en el de Roma en 1986 y la primera de un pontífice al país del Holocausto. En Alemania, Ratzinger condenó con dureza el nazismo.

Ha publicado tres encíclicas "Deus caritas est" (2006); "Spe salvi" (2007) y "Caritas in veritate" 2009 y el nuevo compendio del Catecismo de la Iglesia Catlica en 2005.

En 2007 eliminó el limbo, suprimió la elección de Papa por mayoría simple, propició la celebración en la misa en latín, según el rito tridentino y en 2008, modificó, del Missale Romanum, la plegaria por los judíos.

En 2009 revocó la excomunión a los obispos ordenados por Lefebvre y abrió las puertas de la Iglesia de Roma a los tradicionalistas anglicanos. En 2010 promulgó el documento para luchar contra el blanqueo de dinero en las instituciones financieras vaticanas, el primero decretado por un pontífice.

Ese año, el quinto de su pontificado, fue el más complicado por las denuncias de casos de sacerdotes pederastas, que incluso afectaron al propio pontífice al que se acusó de no atajar el problema durante su labor como arzobispo de Munich y en su etapa de
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En 2011 se publicó la segunda parte de su libro "Jess de Nazaret", en el que exonera a los judíos de ser responsables de la muerte de Jess, y en 2012 se convirtió en el segundo Papa que visita Cuba en la historia de la Iglesia, después de Juan Pablo II.

Ha proclamado 34 santos y alrededor de 600 beatos, entre ellos, su predecesor el papa Juan Pablo II el 1 de mayo de 2011.

Benedicto XVI inauguró el 29 de junio de 2011 el portal multimedia de Internet del Vaticano, "News.va", con un mensaje en Twitter, la primera vez en la historia que un Pontfice empleaba este modo de comunicación. El 12 de diciembre de 2012, lanzó su primer tuit en la red Twitter, a través de su cuenta pontifex-es.

A continuación el texto de la alocución de Benedicto XVI.

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.