Cuba estaría recibiendo a un gran número de repatriados de entre los cientos de miles que han sido parte del indetenible éxodo de cubanos tras más de medio siglo de gobierno comunista en la isla. Esto contrasta con la avalancha de migrantes reportada en el último año.
Un reportaje del periodista Adriel Reyes, de Radio Martí, indicó que es cada vez más común en Miami que personas comenten su intención de repatriarse a la isla en virtud de las normativas que desde el 2012 hacen expedito el proceso para la mayoría de los exiliados que lo deseen.
Pero muchos de los que están haciendo el trámite no pretenden establecerse en la isla de forma permanente, sino legalizar su estatus para poder comprar o heredar viviendas y propiedades de los padres y otros familiares.
La agencia Europa Press también aludió recientemente al asunto, y aunque no ofreció cifras, mencionó la tímida relajación de las políticas migratorias y económicas entre las razones del creciente interés de emigrados cubanos por retornar.
Enrique Salermo, un cubano que vive hace 38 años en Estados Unidos, explicó a Martí Noticias que hace dos semanas inició su proceso de repatriación porque quiere vivir entre los dos países como lo hacen ciudadanos de otras naciones latinoamericanas.
"Lo hago porque tengo mis beneficios (...) Soy un ciudadano cubano. ¿Por qué razón no puedo tener una cuenta de banco, un carro, una casa en mi país?", dijo Salermo.
Salermo dijo que tuvo que pagar el equivalente a $100 en sellos para iniciar el trámite que durará entre tres y nueve meses, según le informaron las autoridades de Inmigración y Extranjería de Holguín, su ciudad natal.
También explicó que tiene que tener una casa que lo reciba y que, una vez terminado el proceso, recibirá su carnet de identidad, comprará una vivienda y podrá permanecer todo el tiempo que desee en el país sin tener que pagar la molesta y costosa prórroga exigida a los cubanos residentes en el extranjero.
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Repatriarse y comprar casas en moneda nacional
El mecanismo de repatriación existe desde hace años, pero era exclusivo para personas desvalidas, enfermas o mayores de 60 años.
A fines del 2012, La Habana hizo más expedito el trámite, al que pueden acceder en poco tiempo la mayoría de los cubanos siempre que no se opongan abiertamente al Gobierno.
Cubanos consultados por Radio Martí confirmaron que la repatriación es el comienzo de un trámite que está permitiendo a muchos invertir en la isla mientras continúan trabajando y residiendo fuera.
De hecho, el mercado inmobiliario cubano se mueve de manera informal con el dinero de cubanos exiliados en Estados Unidos y Europa, dijeron a Radio Martí abogados y expertos en el tema, debido en parte a que muchos en la isla están rematando sus casas para emigrar a Estados Unidos.
Arturo Fernández, un cubano que vive en Estados Unidos, contó a Martí Noticias que está en el proceso de repatriación por el que pagó el equivalente a unos $102. Espera legalizar su residencia en la isla, un requisito que le permitirá, por ejemplo, comprar una propiedad.
"Puedes pagar en moneda nacional un terrenito", dijo Fernández. "Ya no es a nombre de fulanito, ni a nombre de mi primo, no, no, eso es a nombre tuyo. El día de mañana, de aquí a 10 o 15 (años) tú no sabes un cuartico que tú tengas allí lo que vale, un terrenito, lo que sea", explicó.
Como muchos otros, Fernández no quiere perder tiempo.
"¿Qué tú vas a esperar, que McDonald llegue a Cuba, que Walmart llegue a Cuba para invertir?", dijo Fernández. "¡No!", se contesta a sí mismo.
Repatriados conservan pasaportes extranjeros
Incluso, dijo Europa Press, nacionales de la isla que regresen desde España no tienen la obligación de renunciar a la ciudadanía del país, con lo que retienen el pasaporte comunitario que les permitiría viajar con libertad por toda Europa, mientras que el resto de cubanos deberían pedir un visado para realizar el mismo trayecto.
Jorge Artiles, agente de bienes raíces en Miami que ha asistido a cubanos interesados en comprar viviendas en Cuba, dijo que el negocio ha crecido porque muchos en Cuba están vendiendo sus casas para salir de la isla.
"Están prácticamente ahora mismo rematando las casas, rematando las propiedades a otros precios que no son los mismos de hace tres años", agregó.
Artiles dice que desde Europa han regresado a Cuba y "están tomando posesión del mercado de bienes raíces a nombre de sus familias, de sus esposas, esposos".
Sacando tajadas de la situación
Ernesto García, un abogado de la isla, confirmó que está creciendo la venta de casas en Cuba con dinero del exterior.
"Sabemos que eso se está produciendo en volúmenes, en cantidades grandes, de hecho hay algunos hostales que están siendo rentados y que están a nombre de una persona o de varias personas o de un conjunto de familias y quien lo está operando es el propietario extranjero sin ser inclusive familia de la persona que está al frente de la propiedad. Eso está existiendo por las restricciones a la libertad de propiedad", dijo García.
Funcionarios cubanos han admitido en el pasado que con las nuevas normativas muchos pueden mantener doble residencia entre Cuba y Estados Unidos. Siempre que regresen a la isla antes de 24 meses, los cubanos no corren riesgo de perder sus propiedades y otros beneficios en Cuba.
"Son los casos de quienes llegan a Estados Unidos y piden acogerse a esa Ley de Ajuste que tienen ellos, que tienen que esperar un año y un día (...) En estos casos la persona podrá tener residencia en el país donde esté o donde se ajuste, en el caso de Estados Unidos, y mantener su residencia en Cuba", aseguró el coronel Lamberto Fraga Hernández, segundo jefe de Migración y Extranjería, a la televisión estatal tras la aprobación de la nueva ley de inmigración vigente desde 2013.
Pedro Freyre, miembro del bufete Akerman especializado en comercio, ha señalado que esta nueva dinámica no es sino otro caso de "ingenuidad cubana", según ha recogido The Washington Post.
"Es el instinto de querer conseguir sacar tajada de cualquier situación, a lo que se une la percepción de que este mecanismo les permitirá tener lo mejor de los dos sistemas", ha añadido en referencia a las ventajas que los repatriados mantendrían a su vuelta a casa.