Un anfiteatro expuesto al saqueo y el deterioro

Demolición viviendas en Santiago de Cuba Foto Cortesía de Marcos Díaz y Ermis Carbonel

El Anfiteatro de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa es una ruina irreconocible que se ha convertido en escenario de peleas de perros que suelen acabar con disputas violentas.

El Anfiteatro de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa es una ruina irreconocible, expuesta al saqueo, al deterioro, y se ha convertido en escenario de peleas de perros que suelen acabar con disputas violentas, destaca en un reporte Misael Aguilar Hernández de la Red Cubana de Comunicadores.

La instalación es uno de los lugares con más posibilidades para ofrecer una recreación sana y a la vez instructiva en San Antonio de los Baños, sin embargo permanece en pésimas condiciones a causa de la indiferencia total del gobierno municipal y de los encargados a otros niveles de supervisarlo, destaca el reporte.

Anfiteatro Artemisa foto Misael Aguilar

Tiene una capacidad mayor que el de la Avenida del Puerto en la capital y en él alguna vez se proyectaron películas y se llevaron a cabo conciertos de rock y otros tipos de música, así como obras de teatro.

De la amplia pantalla donde se proyectaban filmes solo queda un enmohecido esqueleto de hierro. Algunos de los bancos de cemento han desaparecido y en esos palcos al aire libre crece la yerba. Donde estuvieron los pequeños camerinos y los baños se han improvisado viviendas por personas que llegaron al lugar, de no se sabe dónde.

Pero más grave aún es que aquí, donde el público se reunía para disfrutar del arte y despertar sus mejores sentimientos, hay quienes promueven peleas de perros que suelen acabar con disputas violentas.

Ruinas Anfiteatro Artemisa foto Misael Aguilar

Una gran parte de la población tenia la esperanza de que el Anfiteatro de San Antonio de los Baños fuera restaurado con motivo de la celebracion de 26 de julio en la provincia Artemisa pero no fue así, no se ha hecho nada por volver a darle vida al lugar y eso lo demuestra la apatía de las autoridades que lo han dejado convertir en un espacio ruinoso, donde reina la marginalidad, la violencia y la falta de higiene.