Un edificio ubicado en el barrio Santa Felicia, en Marianao (Ciudad Habana), es el centro de atención del reportero ciudadano Serafín Moran, quien visitó la zona hace apenas una semana y recogió opiniones de los residentes.
El sótano del edificio se usaba como parqueo en el pasado pero desde hace varios años el agua inundó el lugar y la gente vive expuesta a contraer enfermedades infecciosas. Los residentes han presentado quejas ante las autoridades locales pero "vienen, traen pipas, sacan el agua, se van y después todo vuelve a inundarse", dijo un encuestado.
Hace unos 20 años, dos residentes en el edificio parqueaban los camiones en el sótano pero, con el uso constante, el área se fue deteriorando, se rompieron las tuberías del agua y nunca se restauraron.
Todo se inundó. Los vecinos dejaron de tomar del agua que sube por las tuberías porque están expuestos a las enfermedades infecciosas. "En el sótano hay hierros, trastos viejos, residuos de otros materiales, todo se mezcla con el agua. Las personas dicen que ahí se pueden pescar clarias y los niños navegan en un bote que ellos hicieron", relató Morán.
Los vecinos buscaron soluciones de forma independiente al problema del agua potable y construyeron una cisterna en la otra parte del edificio. "Compraron una bombita que está anclada a la tubería principal de Aguas de La Habana que no tiene riesgo de contaminación y con eso resuelven", explicó Morán.