Las tareas de rescate en Ciudad de México tras el poderoso sismo de 7,1 grados del martes continuaban este jueves en una carrera contra reloj cuando suman al menos 233 muertos en la capital y en cinco estados del país.
El sismo del martes deja "en Ciudad de México 102 muertos, Morelos 69, Puebla 43, Estado de México 13, Guerrero 5, Oaxaca uno. Tenemos hasta ahora 233", dijo a la cadena Televisa Luis Felipe Puente, director general de protección civil de Gobernación (Interior).
La atención la acaparaba el colegio privado Enrique Rebsamen, en el sur de la ciudad y donde fallecieron 21 niños.
"Sabemos que hay una niña con vida al interior (de la escuela destruida), lo que no sabemos es cómo llegar a ella (...) sin riesgo de colapso y sin que no se arriesgue al personal" de rescate, dijo a la cadena Televisa el almirante José Luis Vergara, quien coordina el rescate.
Horas antes socorristas aseguraban bajo anonimato que habían visto a cinco menores con vida, otros señalaban que con escáners térmicos habían detectado al menos tres cuerpos con vida.
Pero Vergara prefería no dar esperanza. Se ha conseguido hablar brevemente con la menor, le han pasado agua y oxígeno. "Estoy muy cansada", dijo la niña, según el militar. Hasta ahora, 11 niños y al menos una maestra han sido sacados con vida de la escuela colapsada.
En el norte de la ciudad, en un edificio de departamentos de complicado acceso, se rescató con vida a un hombre que estuvo atrapado 26 horas y a una mujer de más de 90 años, según reportes de autoridades locales.
Los trabajos se aceleraban a punto de cumplirse dos días de la tragedia. Los expertos dan 72 horas en promedio para que sobreviva una persona en los escombros, aunque en México, en el devastador sismo de 1985, la resistencia humana rompió expectativas.
Entre las víctimas se cuentan extranjeros. Taiwán confirmó la muerte de uno de sus ciudadanos y tres están desaparecidos, mientras que una mujer fue rescatada con vida. Además habría muerto una panameña y un español, según las autoridades de esos dos países.
"La prioridad sigue siendo salvar vidas y dar atención médica", dijo en un mensaje televisivo el presidente Enrique Peña Nieto.
El 19 de septiembre de 1985, Ciudad de México atravesaba el momento más trágico de su historia luego de que un devastador terremoto de 8,1 grados redujera a escombros amplios sectores, dejando más de 10.000 muertos.
Ante un gobierno ausente, los mexicanos se organizaron para levantar a la megaurbe de sus ruinas, cambiando la historia social y política de la ciudad.
Y en un ejercicio de memoria colectiva, sin importar la edad pues los capitalinos han crecido viendo imágenes del sismo de 1985 y realizando simulacros, en este sismo de 2017 la sociedad se organizó espontáneamente.
Miles salieron a las calles a sacar escombros con las manos, ofrecer alimentos y agua a socorristas y damnificados. Pero esta vez fue codo a codo con las autoridades y con el apoyo de la tecnología del siglo XXI.
Entre los socorristas destacaba un hombre menudo, un civil al que la prensa mexicana llama "Jorge Houston" por su nombre y la franela azul en la que está estampada el nombre de esa ciudad estadounidense.
Por su tamaño es el que más se ha aventurado en los escombros de la escuela destruida. Se persigna antes de lanzarse a la llamada "línea de vida" que han abierto en el amasijo de fierros y concreto. Ha conseguido hacerle llegar agua y oxígeno a la niña.
No faltaban escenas de algunas personas, en una suerte de "turismo" en torno al terremoto, que se tomaban "selfies" con edificios colapsados de fondo.
Uno de los mayores "atractivos" era un exclusivo auto deportivo italiano que quedó aplastado por una enorme losa en el sector chic de Roma-Condesa, conocido por sus bares y restaurantes y donde viven numerosos extranjeros.
México ha recibido muestras de solidaridad de numeroso países. Peña Nieto conversó el miércoles con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Venezuela, Nicolás Maduro, quienes transmitieron un mensaje de condolencias y de solidaridad, según un comunicado oficial.
Equipos de rescatistas de El Salvador y Panamá ya están en México y otros de Ecuador, Honduras, Colombia y España van en camino.
México se ubica entre cinco placas tectónicas cuyos movimientos lo convierten entre los países con mayor actividad sísmica en el mundo.
El pasado 7 de septiembre, un terremoto de 8,1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.
[agencia AFP]