La ola de violencia que asola a Cuba dejó a otra familia devastada luego que fueran asesinadas tres personas en Centro Habana la pasada semana, en un crimen que, aparentemente tuvo como móvil el robo, confirmó a Martí Noticias, Mayda Valido, hermana de una de las víctimas.
“Era mi mamá, mi hermano y un amigo de mi hermano. A mi madre la ahogaron a mi hermano también y al otro muchacho. A mi mamá la ahogaron con una almohada, a mi hermano, parece que, con una toalla, o algo así, y al otro también. Los asesinos no portaban armas”, dijo la señora.
Soraida Águila de 86 años, su hijo Danilo Valido Águila de 62 y un amigo del que solo conocemos su nombre, José Miguel, fueron asfixiados en su vivienda situada en la Calle San José entre Espada y San Francisco, cercana al popular Parque Trillo.
La ubicación del lugar donde se cometió el crimen fue corroborada por Yasmani Mesa Lobaina, un joven que trabaja en la misma cuadra.
“Se llevaron la caja fuerte de mi hermano y pertenencias, cosas materiales”, dijo Valido, residente en Estados Unidos que viajó a La Habana tras el suceso.
“La policía fue muy eficiente. Desde el primer día que descubrieron los cadáveres, vino toda la policía y en 24 horas cogieron a todos los asesinos. La gente hace horrores por dinero, porque hay mucha escasez de dinero y mi hermano era un ángel que ayudaba a todo el mundo y era un amor de persona”, lamentó.
“Él nunca había tenido problemas con nadie y las personas que lo asesinaron también eran amistades de él y él los ayudaba muchísimo”, aseguró.
Martí Noticias trató de comunicarse en repetidas ocasiones con la unidad de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) de Centro Habana, pero no contestaron las llamadas.
Laura Labrada, una activista que vive en el mismo barrio, manifestó su indignación por el horrendo crimen. "Mucha violencia y todo debido a la crisis que el Gobierno nos está llevando pero, en vez de ir a a robar a una vivienda, ¿por qué no enfrentan al régimen que es quien nos tiene en este desespero?"
Valido agregó que no tenía información sobre los implicados, ni si estaban bajo la influencia de drogas o alcohol, pero sabía que eran conocidos de su hermano: “ya no sabes los sentimientos de la gente ni nada”.
“Mi mamá estaba viejita, pero estaba muy fuerte y muy bien, lo único que tenía Alzheimer, la memoria perdida. Parece que ella se despertó cuando oyó ruido porque ella estaba en otro cuarto y se levantó y la cogieron”, relató Valido.
“Eso fue el miércoles por la noche y el jueves fue que se descubrió, gracias a nosotras, a mí y a mi hermana que empezamos a llamar a todo el mundo para que fueran allí porque yo me encontraba en Estados Unidos. Lograron entrar a la casa y fue que descubrieron los cadáveres”, agregó.
“Mi hermano vivía en una casa que le prestaron en planta baja para que pudiera sacar a mi mamá a caminar. Él tenía su apartamento, pero era en un tercer piso”.
El sepelio de las tres víctimas se realizó el sábado, informó Valido.
“Ya estaban descompuestos, prácticamente. Esto fue miércoles por la noche, y estuvieron los cadáveres todo el jueves en la casa porque la policía estaba trabajando”, explicó.
El ascenso en el crimen es un fenómeno social que vienen denunciando desde hace meses la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil en la isla.
Un informe de la inseguridad pública en Cuba, desarrollado por el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana, reveló un incremento del 152% en la cifra de reportes de criminalidad.
Esa organización independiente alertó además sobre una escalada de corrupción, el aumento de las pandillas juveniles y el consumo de drogas.
La vicepresidenta del Tribunal Supremo de Cuba, Maricela Sosa Ravelo, intentó minimizar la ola de criminalidad y consumo de drogas en Cuba, al asegurar que el problema se "estaba exagerando en las redes sociales".