Marco Rubio anuncia su precandidatura republicana a la Casa Blanca

  • Agencias

El senador Marco Rubio.

Tras meses de preparación, el senador Rubio, de 43 años, se convirtió este lunes en el aspirante más joven a la investidura republicana en las primarias para las presidenciales de 2016.

El senador cubanoestadounidense Marco Rubio anunció este lunes en un discurso desde la Torre de la Libertad en Miami su precandidatura a la Presidencia, convirtiéndose así en el tercer republicano en aspirar a la Casa Blanca.

Tras meses de preparación, el senador Rubio, de 43 años, se convirtió este lunes en el aspirante más joven a la investidura republicana en las primarias para las presidenciales de 2016.

Rubio nació en Miami en mayo de 1971, hijo de un matrimonio cubano que abandonó la isla 15 años antes para escapar de la pobreza. Algunos años después del arribo al poder de Fidel Castro en 1959, su familia decidió no regresar más a Cuba, un país que Marco Rubio nunca ha conocido.

Hijo de un barman y una mucama, Rubio creció en la numerosa comunidad cubana de Miami, pero pasó cinco años en Las Vegas, donde la familia se convirtió a la religión mormona, antes de regresar luego al catolicismo.

Bajo la influencia de su abuelo, que no hablaba inglés, se apasionó por la política. Fue seguidor del senador Edward Kennedy, un ícono de los demócratas, antes de quedar prendado del presidente republicano Ronald Reagan.

Los estadounidenses descubrieron el nombre de Marco Rubio en 2010, durante su espectacular elección al Senado, sobre la ola del movimiento conservador Tea Party. Pero Rubio se destacaba desde antes, y muchos auguraban que algún día se convertiría en el primer mandatario latino de Estados Unidos.

Dos años después de graduarse como abogado, fue electo en 1998 al consejo municipal de West Miami. Un año más tarde, a la Cámara de Representantes de Florida, donde fue su primer presidente cubanoestadounidense, de 2006 a 2008.

A su llegada a Washington, los conservadores, traumatizados por la elección de Barack Obama, creían haber encontrado a su salvador. Pero su imagen se desinfló un poco en 2013, al impulsar un ambicioso proyecto de reforma migratoria, que habría conducido a la regularización de millones de indocumentados.

El Senador intenta desde entonces remontar la cuesta. Continúa sus esfuerzos por demostrar que puede encarnar la renovación ideológica de los conservadores. Pero es su promoción de una dura política exterior y de defensa la que más lo expone a las críticas de la importante facción aislacionista del Partido Republicano.

Rubio cree que crisis como las de Siria, Irak, Ucrania e Irán fuerzan a Estados Unidos a implicarse más en los asuntos mundiales. Clasifica a Cuba en la misma categoría que Irán y Siria y busca su aislamiento a toda costa.

Mientras dice que no pisará la isla de sus antepasados mientras haya un Castro en el poder, es fiero antagonista del acercamiento con La Habana iniciado por Obama.