Este martes el régimen cubano ratificó las sentencias de ocho meses de privación de libertad contra al menos nueve mujeres por participar en las protestas registradas el 11 de julio en La Habana, según informó la adolescente Gabriela Zequeira Hernández, de 17 años, condenada por “desorden público”.
En entrevista con Cubanet, Zequeira Hernández explicó que en el juicio, el Tribunal Provincial de La Habana determinó que debe cumplir su condena en régimen de reclusión domiciliaria, lo que en el Código Penal cubano aparece tipificado como “trabajo correccional sin internamiento” (Artículo 33). En su caso, por tener 17 años y estar estudiando aún, se mantendría de la casa a la escuela.
En su mismo caso estaba otra muchacha de 17 años llamada Katherine, indicó Hernández.
“En el juicio aparecieron cuatro testigos que, en la vista sumaria que se hizo el 22 de julio en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, no estaban. Dos eran ‘boinas negras’ y los otros del Ministerio del Interior”, declaró la joven quien asegura que durante la vista oral denunció que la habían golpeado en la cabeza, por lo que actualmente no escucha bien del oído derecho y tiene que medicarse para el dolor.
“Mi mamá tiene que llevarme al médico porque no escucho bien; eso lo dije y ni siquiera lo tuvieron cuenta, solo lo que dijeron los supuestos testigos y es mentira todo”, dijo la muchacha.
“Yo tenía la esperanza de salir absuelta de este segundo proceso, con libertad inmediata. Esto es una injusticia no solamente conmigo, también con las demás acusadas y con los detenidos del 11 de julio”.