El arribo de cubanos a la localidad de Matamoros, estado mexicano de Tamaulipas, no se detiene, aunque a cuenta gotas. Buscan llegar al lado estadounidense de la frontera y solicitar asilo político. Mientras, la Iglesia Católica cumple con su misión de proveer casa, vestido, sustento y asistencia médica.
“Muchos comentan que han sido víctimas de golpizas en el trayecto hasta llegar a esta frontera, de ahí que se refugian en los diferentes albergues con los que cuenta la diócesis, buscando auxilio material y espiritual”, dijo a Martí Noticias el sacerdote Alan Camargo, jefe de prensa de la Diócesis de Matamoros, que cuenta con varios albergues para migrantes como San Juan Diego y Hermanos Evangélicos, entre otros.
Lee también Cubanos continúan llegando a frontera mexicana con EE.UU para pedir asilo políticoSegún el religioso, un promedio de entre 10 y 15 cubanos llegan diariamente a Matamoros desde que un primer grupo arribó a finales de julio y acampó en el cruce internacional, conocido como puente viejo.
“Actualmente en la Casa del Migrante hay 62 cubanos y en el puente pueden ser 30 que no se quieren mover. Permanecen a la intemperie bajo temperaturas de entre 40 y 42 grados centígrados. A ellos, la misma familia matamorense lleva agua, comida, lo necesario para que puedan vivir”, explicó el padre Camargo que agregó que hasta el momento ha sido mínima la asistencia de las autoridades locales.
Lee también Cubanos viven en México una alternativa a su sueño americanoEl sacerdote dijo también que los migrantes reciben atención psicológica: “Muchos no quieren salir del albergue porque tienen miedo”.
“Se ha estado pidiendo recursos federales que también han sido limitados, pero la ayuda principal la ha aportado la misma comunidad, las parroquias”, manifestó el religioso, que alertó sobre una situación que se tornaría aún más difícil “porque en las últimas dos semanas, Matamoros ha estado recibiendo 200 personas deportadas diariamente desde EEUU que también hay que asistir”.
Cruce ordenado para pedir asilo
En semanas recientes, ante la aglomeración de cubanos en el puente, representantes de la Casa del Migrante, la Iglesia Católica en la persona del padre Camargo, el Instituto Nacional de Migración y las autoridades de EEUU en la frontera acordaron realizar el proceso de cruce de manera ordenada, confeccionando un listado que concede un turno al migrante para que se presente en el puente internacional y pueda iniciar el proceso de solicitud de asilo político.
Lee también Cubanos esperan durante días en el puente de Hidalgo para solicitar asilo en EEUUEn entrevista previa con Martí Noticias, el director de la Casa del Migrante, ingeniero Juan A. Sierra, aclaró que de ninguna manera EEUU está impidiendo que los migrantes presenten su caso de asilo.
“Lo que quieren es un cruce organizado. Llegan al puente, presentan sus documentos y se anotan en el listado. De ahí se van a la Casa del Migrante a esperar que los llamen en grupos de entre 5 y 7 personas, según la relación”, indicó el ingeniero.
“Son mecanismos que se han generado de transporte con el grupo Beta, las autoridades migratorias y la Casa del Migrante, para que no tengan que permanecer acampados cerca del puente”, explicó por su parte el sacerdote Camargo, que dijo tener noticias de que hace dos semanas en Nuevo Laredo, frontera con Laredo, Texas, los cubanos llegaron a sumar 500.
Solidaridad hacia los cubanos
El gobierno de México ha sido el que más cubanos ha deportado históricamente, pero su población ha sido una de las más solidarias con los migrantes. En 2017 más de mil cubanos quedaron varados en Nuevo Laredo, por la decisión del presidente Barack Obama de eliminar los privilegios migratorios especiales para los cubanos que llegaban a la frontera.
Iglesias de diferentes denominaciones, brindaron techo y comida a los cubanos. La población, compartió hogares y ropas y hubo por lo menos un matrimonio entre una cubana y un nuevolaredense. Además, por lo menos tres cubanas que llegaron embarazadas, dieron a luz en hospitales de esa localidad.
“Es una forma de brindar el apoyo y la ayuda a aquellos que necesitan y más a los cubanos que tienen razones muy específicas”, comentó Camargo.
Antes, los cubanos que tocaban territorio de Estados Unidos eran favorecidos con la Ley de Ajuste Cubano y su normativa "pies secos/pies mojados", mientras que ciudadanos de otras nacionalidades eran deportados.
Ahora, esa diferencia no importa y los cubanos deben llegar al país con documentos legales, ya sea por mar, aire o tierra. Si lo desean deben pedir asilo político bajo un argumento de "miedo creíble de regresar a Cuba" y esperar meses detenidos en EEUU sin la certidumbre de que será aprobada la solicitud.
En Matamoros no hay queja de los cubanos, al menos, por ahora.
“Aunque son así de sangre muy caribeña, han sido respetuosos, muy agradecidos y de buen corazón. Personas que no han causado situaciones que alteren la sociedad, al contrario, dijo complacido el padre Camargo.