El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua (FSLN), que lidera Daniel Ortega, conmemora este jueves el 39 aniversario del derrocamiento de Somoza, en medio de una ola de protestas reprimidas con violencia que han dejado más de 351 muertos y miles de heridos.
La Policía Nacional prohibió este jueves el uso de armas para "garantizar la seguridad" durante la celebración, exceptuando a las autoridades de la Policía Nacional, Ejército de Nicaragua y el Sistema Penitenciario Nacional, en el ejercicio de sus funciones.
Como todos los años, Ortega se disponía a presidir la celebración en la Plaza de la Fe, al norte de Managua y obligó a los medios de comunicación a que trasmitan el acto partidario, según indica el diario La Prensa.
Un hombre con la cara tapada y un AK 47 posa para una fotografía en una plaza de Masaya.
En esta ocasión, la fiesta no contó con la acostumbrada velada que miles de sandinistas realizaban en la víspera de cada 19 de julio, debido a su escasa convocatoria. La celebración se presenta un contexto particular, ya que diversos sectores de Nicaragua, incluyendo estudiantes, campesinos, empresarios, productores, comerciantes, trabajadores, entre otros, piden la renuncia de Ortega, a quien lo definen como "dictador", igual que al derrocado Anastasio Somoza.
El Gobierno nicaragüense es señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) como responsable de "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país".
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, llegó la noche del miércoles a Managua para asistir a la celebración sandinista. El Gobierno de Cuba, muy cercano a Ortega, ha ratificado su apoyo al mandatario y denunciado el "asedio imperialista" y los "golpes blandos" contra el presidente nicaragüense.
(Con información de AP, EFE, AFP y redes sociales)