El huracán Sandy fue el peor desastre natural que ha azotado a Cuba en medio siglo.
La devastación causada por el huracán que azotó a Cuba en la última semana de octubre se vio agravada por el mal estado de muchos edificios, según testigos presenciales, publica el Institute for Peace and War Reporting.
El huracán Sandy fue el peor desastre natural que ha azotado a Cuba en medio siglo, indica la nota. A medida que e meteoro avanzó hacia la costa sur, Lázaro Expósito Canto, jefe del Consejo de Defensa Provincial de Santiago de Cuba, hizo un anuncio de último minuto en la televisión y la radio estatales: "No luce bien. Los ciudadanos cuyas casas están en mal estado deben tomar las precauciones y las medidas necesarias para evitar la pérdida de vidas".
En el momento en que emitió esta advertencia, ya era demasiado tarde para que la escucharan muchas personas en Santiago de Cuba, ya que la electricidad se había ido.
Las estimaciones preliminares de los daños materiales fueron reportadas en el diario Juventud Rebelde: más de 4.200 casas se habían derrumbado, 27.000 habían perdido sus techos totalmente, y 17.000 los tenían dañados. La cifra exacta de las pérdidas materiales no se ha informado, a casi un mes del paso del huracán por el oriente cubano.
El daño a esta ciudad, la segunda más grande después de la capital, La Habana, fue significativo, y algunos residentes se quejaron que la infraestructura no estaba preparada para lo que sufrió.
En el barrio de Chicharrones, que el general Raúl Castro visitó después del huracán, una ama de casa llamada Marién describió su aterradora experiencia ."En medio de la noche, el techo de mi casa fue arrancado por los fuertes vientos. Gracias al apoyo de un vecino... fui evacuada junto con mis hijos, esposo y otros vecinos en medio de la llovizna y el ciclón ", dijo. "Por la mañana, todo había quedado destruido y mucha gente estaba llorando, ya que había perdido todo lo que tenía".
Otra mujer, Margot, cree que las víctimas habrían sido muchas menos si las autoridades comunistas hubiesen tenido a las personas "informadas adecuadamente" antes del huracán, y asegurado lugares de refugio. Otro residente, Carlos Manuel Fuentes, describió cómo el hotel Bucanero fue saqueado por el pueblo hambreado.
"Mucha gente estaba desesperada, porque los almacenes de la ciudad habían desaparecido. Se aprovecharon de que los guardias de seguridad y el personal del hotel abandonaron el edificio inundado, y lo invadieron para llevarse provisiones como jamón, queso y carne".
Hasta ahora, el gobierno cubano no ha dicho cuánto va a costar reactivar las zonas afectadas por Sandy. Una portavoz del Programa de Alimentos de Naciones Unidas, Elisabeth Byrs, describió el huracán como "la catástrofe más devastadora que Cuba ha experimentado en los últimos 50 años". "Un millón de personas se han visto afectadas, lo que representa un diez por ciento de la población del país", dijo Byrs el pasado 6 de noviembre.
La nota informativa se preparó, según explican los autores, con testimonios de tres periodistas cubanos que prefirieron el anonimato.
El huracán Sandy fue el peor desastre natural que ha azotado a Cuba en medio siglo, indica la nota. A medida que e meteoro avanzó hacia la costa sur, Lázaro Expósito Canto, jefe del Consejo de Defensa Provincial de Santiago de Cuba, hizo un anuncio de último minuto en la televisión y la radio estatales: "No luce bien. Los ciudadanos cuyas casas están en mal estado deben tomar las precauciones y las medidas necesarias para evitar la pérdida de vidas".
En el momento en que emitió esta advertencia, ya era demasiado tarde para que la escucharan muchas personas en Santiago de Cuba, ya que la electricidad se había ido.
Las estimaciones preliminares de los daños materiales fueron reportadas en el diario Juventud Rebelde: más de 4.200 casas se habían derrumbado, 27.000 habían perdido sus techos totalmente, y 17.000 los tenían dañados. La cifra exacta de las pérdidas materiales no se ha informado, a casi un mes del paso del huracán por el oriente cubano.
El daño a esta ciudad, la segunda más grande después de la capital, La Habana, fue significativo, y algunos residentes se quejaron que la infraestructura no estaba preparada para lo que sufrió.
En el barrio de Chicharrones, que el general Raúl Castro visitó después del huracán, una ama de casa llamada Marién describió su aterradora experiencia ."En medio de la noche, el techo de mi casa fue arrancado por los fuertes vientos. Gracias al apoyo de un vecino... fui evacuada junto con mis hijos, esposo y otros vecinos en medio de la llovizna y el ciclón ", dijo. "Por la mañana, todo había quedado destruido y mucha gente estaba llorando, ya que había perdido todo lo que tenía".
Otra mujer, Margot, cree que las víctimas habrían sido muchas menos si las autoridades comunistas hubiesen tenido a las personas "informadas adecuadamente" antes del huracán, y asegurado lugares de refugio. Otro residente, Carlos Manuel Fuentes, describió cómo el hotel Bucanero fue saqueado por el pueblo hambreado.
"Mucha gente estaba desesperada, porque los almacenes de la ciudad habían desaparecido. Se aprovecharon de que los guardias de seguridad y el personal del hotel abandonaron el edificio inundado, y lo invadieron para llevarse provisiones como jamón, queso y carne".
Hasta ahora, el gobierno cubano no ha dicho cuánto va a costar reactivar las zonas afectadas por Sandy. Una portavoz del Programa de Alimentos de Naciones Unidas, Elisabeth Byrs, describió el huracán como "la catástrofe más devastadora que Cuba ha experimentado en los últimos 50 años". "Un millón de personas se han visto afectadas, lo que representa un diez por ciento de la población del país", dijo Byrs el pasado 6 de noviembre.
La nota informativa se preparó, según explican los autores, con testimonios de tres periodistas cubanos que prefirieron el anonimato.