El expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, fue imputado este miércoles por corrupción y tráfico de influencias tras ser sometido a un interrogatorio que se extendió 15 horas, informó theaustralian.com.au.
Sarkozy se encuentra en la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales, en Nanterre, en las inmediaciones de París.
El exmandatario está siendo investigado desde el 26 de febrero pasado por tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción relacionado con las escuchas telefónicas de las que él mismo fue objeto al igual que personas allegadas entre el 3 y el 19 de septiembre de 2013.
Los investigadores sospechan que una red de informantes dentro de la justicia y la Policía le puso al tanto de procedimientos judiciales en su contra, señala Europa Press, que indica que "las sospechas han aparecido al margen de una investigación sobre las acusaciones de financiación por parte del exgobernante libio Muamar Gadafi de su campaña electoral en 2007, empujando a la justicia a realizar escuchas en dos teléfonos usados por el exmandatario".
Las escuchas han mostrado que Sarkozy y su abogado estaban al tanto de los procedimientos en curso entonces en el Tribunal de Casación sobre el asunto de las sospechas de abuso de debilidad de la multimillonaria Liliane Bettencourt.
Agrega Europa Press, que los jueces buscan determinar si Sarkozy ha intentado facilitar una promoción en Mónaco de Gilbert Azibert a cambio de recibir información por anticipado sobre los avances en este caso.
Si es condenado, Sarkozy podría enfrentar hasta diez años de cárcel, indica theaustralian.com.au.
La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, dijo que lo ocurrido "contribuye a desacreditar totalmente la mínima intención de retorno de Sarkozy a la escena política y principalmente a la escena política presidencial".