Siguen cayendo cubanos por ciberfraude masivo en reembolsos de impuestos

El formulario 1040 de declaración de impuestos

El servicio online de declaración de impuestos Turbotax ofrecía hasta hace dos años reembolsos mediante tarjetas prepagadas de Amazon. Con ellas, la cubana Maritza Soler compraba celulares, tabletas y laptops que después se enviaban a Venezuela para revenderlos. Las tarjetas procedían de un fraude millonario al IRS.

Una cubana residente en Venezuela, acusada de concierto para presentar falsas declaraciones de impuestos en EE.UU. usando cientos de identidades robadas, y de lavar luego el dinero reembolsado, indicó que admitirá su responsabilidad en la estafa al IRS y el complicado esquema de blanquear los reintegros ilícitos.

Según la fiscalía colombiana, que en marzo de 2016 allanó su residencia en el barrio El Castillo de Bogotá y la extraditó en noviembre de ese año a petición de la Embajada de EE.UU., Maritza Maxima Soler Nodarse tenía por documentos de identidad una cédula de Venezuela, número 23919477, y el pasaporte venezolano número 105685090.

El diario Pittsburgh Post-Gazette informa que Soler y su abogado han notificado que ella se declarará culpable el próximo 21 de julio ante el Tribunal de Distrito del oeste de esa ciudad de Pennsylvania. Es acusada de conspiración y lavado de dinero. El juez federal del distrito Mark Hornak también la sentenciará ese mismo día.

Nodarse, oriunda de Cuba, es acusada de conspirar con su paisano Yoandy Pérez Llanes, de 33 años, y al menos dos sospechosos cuyos nombres aún no han sido revelados, en un complot criminal para presentar declaraciones de impuestos online bajo identidades robadas, delito que se ha vuelto cada vez más común.

Los dos cubanos enjuiciados por fraude en los impuestos fueron extraditados a EE.UU., Yoandy Pérez desde Venezuela, y Maritza Soler desde Colombia (DIJIN)

​Los dos formaban parte de un grupo que se aprovechó del hackeo y venta de datos personales de más de 25.000 empleados del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, a principios de 2014.

El Servicio Secreto y el IRS siguen trabajando para identificar y enjuiciar a los hackers, mientras tanto, los fiscales han encausado a los que compraron los datos robados y los usaron para sus propios fines.

Llanes, Nodarse, y al menos otros dos cómplices presentaron más de 930 declaraciones de impuestos espurias utilizando las boletas de ingresos W-2 robadas. Llegaron a obtener cerca de 1,4 millones de dólares en reembolsos ilegales del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Pero los reintegros no los recibían en cheques de la Tesorería, sino que optaban por la alternativa que ofrecía hasta hace dos años el servicio online de declaración de impuestos Turbotax, para recibir lo que el Tío Sam hubiera recaudado de más en tarjetas prepagadas de regalo de Amazon, incluyendo un 10 por ciento de descuento en la mercancía del gigante de las ventas online.

Los encartados compraban en Amazon celulares, tabletas, laptops y videojuegos y luego los reenviaban a través de compañías en Miami a contactos en Maracay y Maracaibo, Venezuela, para revenderlos o subastarlos online.

El Noticiero Local de la estación KDKA en Pittsburgh mostró esta foto de Yoandy.

A Pérez Llanes, quien fue extraditado desde Venezuela en agosto de 2016, se le acusaba de 21 cargos, pero se declaró culpable en abril de este año de concierto para lavar dinero y robo de identidad agravado. Enfrenta entre 2 y 22 años de prisión cuando regrese para recibir sentencia el 18 de agosto.

Delito en pantuflas

Este es el primer caso conocido de ciberfraude con los impuestos en EE.UU. en el que se conozca que hayan estado implicados varios delincuentes de origen cubano. Estos acumulan muchos más expedientes judiciales por fraudes con tarjetas de crédito y el seguro médico federal Medicare, robo de mercancías en almacenes y cultivo y tráfico de marihuana.

La sofisticada modalidad de reembolso mediante identidad robada, que se identifica en medios policiales con sus siglas en inglés SIRF, es relativamente reciente y puede originarse en cualquier lugar del mundo.

Adam Levin, experto de una firma privada especializada en robo de identidades, dijo al Pittsburgh Post-Gazette: “En vez de arriesgar sus vidas vendiendo drogas en las calles, donde pueden resultar muertos o capturados, los delincuentes pueden sentarse cómodamente en pantuflas frente a una computadora y estafar al Tesoro estadounidense”.