Las conversaciones entre el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, y su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, este jueves en Turquía no lograron avances para poner fin a la guerra, en medio de la condena de Occidente al ataque ruso a un hospital materno en Mariúpol que dejó 3 muertos y varios heridos.
Los cancilleres hablaron sobre la necesidad de encontrar una solución a la crisis humanitaria que ha generado la guerra, un tema en el que ambos parecieron estar de acuerdo, según Kuleba.
Pero el Kremlin no está dispuesto a ofrecer un alto el fuego, dijo el canciller ucraniano. Su objetivo es que “Ucrania se rinda. Eso no va a pasar", afirmó.
No obstante, el canciller ucraniano manifestó su disposición a continuar el diálogo.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, advirtió que no deben esperarse "milagros" de estas conversaciones, las primeras a nivel de cancilleres desde que comenzó el conflicto.
Your browser doesn’t support HTML5
"No se deben esperar milagros de una reunión. Sin embargo, esta reunión a nivel político es un comienzo importante. También estaba en la agenda celebrar una reunión a nivel de los líderes de ambas partes. La parte ucraniana dijo que el Sr. (Volodymyr) Zelenskyy está listo para esa reunión, y el Sr. (Sergey) Lavrov dijo (...) que el Sr. (Vladimir) Putin no está en contra, en principio", señaló Cavusoglu en una conferencia de prensa al finalizar el encuentro.
Mientras, millones de personas han sido desplazados por los bombardeos y combates dentro del país. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo el jueves que unos 2 millones de residentes abandonaron la capital, que se ha convertido prácticamente en una fortaleza, reportó la agencia de noticias Associated Press.
Además del ataque que destruyó el hospital materno en la ciudad portuaria de Mariúpol, otros dos hospitales al oeste de Kiev fueron bombardeados el miércoles, dijo el alcalde.
Lee también Rusia bombardea hospital materno en Mariúpol; es "una atrocidad", denuncia Zelenskyy (VIDEO)La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado 18 ataques a instalaciones médicas en Ucrania desde que comenzó la invasión rusa, hace ya dos semanas.La OMS confirmó, además, 10 muertos en ataques a instalaciones médicas y ambulancias desde el inicio de los combates, pero no estaba claro si las cifras incluían el ataque al hospital de maternidad.
Lavrov dijo que las preocupaciones sobre las bajas civiles eran “gritos patéticos” de los enemigos de Rusia, y afirmó que el hospital de Mariúpol había sido tomado por combatientes de extrema derecha que lo usaban como base. Las fotografías posteriores al bombardeo muestran a embarazadas y niños en el lugar.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo el miércoles que el ataque al centro médico era una “atrocidad”.
Lee también Rusos dispararon a civiles ucranianos; calculan miles de muertos por la invasión“Un hospital infantil. Un hospital de maternidad. ¿Cómo amenazaban a la Federación Rusa?”, preguntó Zelenskyy durante su discurso en video, expresándose en ruso para expresar su horror por el ataque. “¿Qué tipo de país es este, la Federación Rusa, que le tiene miedo a los hospitales, miedo a los hospitales de maternidad, y los destruye?”.
Occidente condenó el ataque.
El ministro británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, calificó el incidente como un “crimen de guerra”, una opinión compartida por el presidente polaco Andrzej Duda, quien dijo que el ataque al hospital de maternidad fue un “acto de barbarie”. “Es obvio para nosotros que en Ucrania los rusos están cometiendo crímenes de guerra”, concluyó.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, de visita en Polonia, respaldó los pedidos de una investigación internacional por crímenes de guerra y dijo que “los ojos del mundo están puestos en esta guerra y en lo que Rusia ha hecho en términos de esta agresión y estas atrocidades”.
(Con información de AP)