Tras varias semanas de implementada la prohibición de venta de harina de trigo a los trabajadores privados que se dedican a la elaboración de pan, galletas y dulces en de Villa Clara, el desabastecimiento de este alimento básico ya está causando crisis en todos los municipios de esa provincia del centro de Cuba.
Villaclareños entrevistados por Radio Martí reportan que ya sufren las consecuencias de la disminución del pan disponible, lo que se suma a la escasez de alimentos en general.
Lee también Cuba y todas las señales que apuntan al descalabroCaibarién es un poblado de pescadores, donde los dulces disponibles, las galletas y el pan que se consumen los producían los emprendedores, quienes tenían distribuidores que lo llevaban por los barrios, ahora ya no se ve eso, expresa Rafael González, operador de una paladar de 20 sillas que tuvo que cerrar por la pandemia y no tiene mucha esperanza de lograr reabrir el negocio.
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"El pan o la libreta es un palo a la hora de comprarlo (...). Este pueblo vive prácticamente de pan y la galleta que te vende el particular", señaló.
En la capital provincial, la paralización de la producción de pan está afectando a los consumidores y, además, es un duro golpe a otros negocios como los merenderos y paladares, que se abastecían de estas producciones de los panaderos privados, concluyó el operador de una cafetería privada, Yoel Espinosa Medrano.
"La única galleta que estaba saliendo la estaban haciendo los trabajadores por cuenta propia, con gran aceptación entre la población", afirmó. Según Espinosa Medrano, estas medidas van en contra del trabajador privado.
Desde Quemado de Güines, el agricultor Ibar González comenta que el pan y las galletas que producían los cuentapropistas era de gran ayuda para completar el sustento alimenticio diario: “Le pones un pan a dos croquetas y resuelves”, dijo. El pan normado solo llega en días alternos, y es de pésima calidad, agregó.
En Placetas hay un total descontento de los pobladores con la medida. Allí muchas madres dependían de estos productos elaborados por los panaderos privados para alimentar a sus hijos, y el estado no tiene capacidad de ofrecerlos, informa la activista Arianna López Roque.
"Esto viene a complicar la crisis que se estaba viviendo en cuanto a la situación de los alimentos. El pan, en cualquier hogar cubano, es fundamental", subrayó.
Actualmente en Villa Clara solo se está ofreciendo el pan de la canasta básica, escaso y de muy mala calidad, y el que se vende en algunas Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), donde no todos pueden comprar.