El Gobierno cubano, a través de un impuesto inflacionario, ha estado indirectamente "extrayendo rentas de las familias" para financiar la insolvencia del sistema empresarial socialista, denuncia un informe publicado este martes por el Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba.
"El exceso de gasto público por encima de los ingresos no lo financia en realidad el Banco Central con la emisión de dinero, lo financian las familias que no tienen formas de evitar o compensar los efectos de la inflación. El exceso de emisión monetaria es solo el mecanismo que produce la caída del valor real de los ingresos en pesos cubanos. En última instancia el déficit fiscal lo han estado pagando los trabajadores y jubilados que han visto cómo cada año sus salarios y pensiones valen menos", dice el reporte.
El informe cita cifras oficiales que estiman que la inflación en agosto de 2024 se ubicaba en una tasa anual del 30,1 % y a la vez remite a un reporte de la Universidad de Cambridge que indica que desde 2020 la tasa de inflación en Cuba osciló entre el 174% y el 700%.
El estudio alerta que la mayoría de las empresas estatales cubanas "no aportan riqueza neta a la sociedad, drenan recursos humanos, financieros y presupuestarios de forma improductiva, solo para cumplir con el capricho de la propiedad estatal y evitar otorgarle mayores espacios al sector privado".
Por otra parte, señala que el socialismo cubano solo existe en los discursos, por que los proclamados beneficios sociales como los subsidios, y la gratuidad de la educación y la salud, entre otros, recae sobre las familias más pobres mediante un "oneroso impuesto inflacionario", indica el destacado economista cubano Pavel Vidal.
El académico se refiere a la "necesidad de una reforma profunda de un modelo económico exhausto".
"El poder adquisitivo de los ingresos fijos en pesos cubanos ha sido pulverizado, y ello ha llevado a la pobreza a las familias que no cuentan con otras fuentes alternativas de recursos", agrega el estudio.
Vidal señala que la pobreza, la alarmante emigración, la creciente desigualdad y los distintos traumas que viven hoy los cubanos son el reflejo de la inoperancia del Estado.
"Al no hacer nada sustancial para detener la caída de la producción nacional y las exportaciones, y para reducir el desbalance del presupuesto, el Gobierno ha permitido un ajuste asimétrico de la crisis que recae en las familias que dependen de ingresos fijos en pesos", afirma el experto.