Sobreviviente de catástrofe aérea en Cuba respira sin ayuda y evoluciona "con estabilidad"

Maylén Díaz Almaguer, sobreviviente de la catástrofe aérea del 18 de mayo, evoluciona "con estabilidad", aseguran médicos del "Calixto García".

Sin embargo, el Hospital Calixto García de La Habana todavía reporta como "muy grave" a Maylén Díaz Almaguer. "Se ha avanzado" en el control de una infección que le causó una recaída

La única sobreviviente de la catástrofe aérea del 18 de mayo en La Habana, “avanza con estabilidad en su evolución” y respira sin ayuda artificial, reportan los médicos que la tratan.

A 36 días de la caída del vuelo 972 Maylén Díaz Almaguer “recupera progresivamente el equilibrio orgánico en el funcionamiento de los diferentes sistemas” y “ya es capaz de solicitar alimentos, manteniendo una buena integración de la esfera cognitiva y afectiva”, aseguró el director del hospital Calixto García de La Habana donde la joven permanece ingresada.

Según dijo el Dr. Carlos Alberto Martínez a los medios oficiales la paciente “lleva ocho días respirando espontáneamente, sin necesidad de equipos ni oxígeno suplementario”.

La holguinera de 19 años está reorganizando sus funciones vitales y adaptándose a las nuevas condiciones, aunque algunas lesiones aún requieren de soporte con el uso de medicamentos.

El directivo del hospital precisó que se ha avanzado en el control de una infección que había causado un retroceso en la recuperación, y que Díaz Almaguer “se encuentra consciente, orientada, en interacción activa con el medio, familiares y el equipo de profesionales a cargo de su atención”.

No obstante, su estado es todavía clasificado como “muy grave”. Díaz Almaguer es la única persona con vida de las 113 que iban a bordo de un Boeing 737-200, rentado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Damojh-Global Air contra las recomendaciones de sus propios especialistas.

La aeronave se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto internacional José Martí, y se espera por los resultados del análisis de las cajas negras enviadas a Estados Unidos para determinar las causas del accidente, uno de los más mortíferos en la historia de la atribulada aerolínea nacional de Cuba.