Informe SIP: La prensa en Cuba sigue amordazada por el Partido Comunista

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) criticó en un informe publicado este viernes la situación que enfrentan en Cuba los periodistas alternativos, activistas de Derechos Humanos y la sociedad civil independientes en general.

El organismo regional sigue alertando sobre la coacción a la que son sometidos en la isla todos aquellos que intentan sobrepasar las barreras impuestas por el monopolio del Partido Comunista de Cuba (PCC).

En la comunicación aparecen detalles de las detenciones del periodista Yuri Valle Roca, la prisión prolongada del grafitero Danilo Maldonado "El Sexto" y la censura de los portales Martí Noticias, Cubaencuentro, 14yMedio, entre otros.

La 71º Asamblea General de la SIP tendrá lugar en Charleston, Carolina del Sur, entre los días 2 y 6 de octubre de 2015.

Informe de la SIP:

El anuncio del restablecimiento de relaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos cumplirá el próximo diciembre su primer aniversario, pero los cubanos siguen aguardando porque esa nueva etapa se refleje en sus vidas a través de mejoras económicas, respeto a los derechos humanos, mayor libertad de expresión, asociación y prensa.

La labor periodística se ha mantenido en los últimos meses atenazada por la censura y el monopolio que el Partido Comunista ostenta sobre los medios nacionales. A pesar de esa situación, el movimiento de periodismo independiente ha continuado su trabajo en este último medio año y acumulado algunas victorias informativas. Entre ellas las coberturas realizadas en medio de momentos represivos, como el desatado durante la visita del Papa Francisco.

Entre los logros alcanzados por el sector independiente se halla la realización en la ciudad de Pinar del Río del primer Encuentro de Pensamiento para Cuba, auspiciado por el think tank independiente Centro de Estudios Convivencia y la revista del mismo nombre. Fundada en 2007, la publicación cuenta ya con 45 números publicados y aborda temas que van desde la cultura hasta el civismo.

La apertura de 35 puntos WiFi para conectarse a Internet también ha provocado un fenómeno social de cientos de miles de cubanos acudiendo a esas plazas y parques para acceder a la red de redes. Según cifras oficiales, diariamente se producen unas 55.000 conexiones en cada uno de esos puntos y al menos 8.000 de forma simultánea.

La necesidad de la población de asomarse a la gran telaraña mundial, reencontrar amigos en la redes sociales, escribir correos electrónicos y visitar sitios digitales, ha hecho que muchos superen el escollo que representa pagar por una hora de conexión dos pesos convertibles (alrededor de 2.20 USD), la décima parte de un salario mensual promedio.

Cuba superó los tres millones de usuarios de internet en el año 2014, pero sigue siendo uno de los países con menor tasa de conectividad del mundo, con solo el 5%, que se reduce al 1% en el caso de la banda ancha. Esto, a pesar de que en los últimos meses la administración de Barack Obama ha implementado medidas que flexibilizan los contactos entre empresas de tecnología y telecomunicaciones estadounidenses con la Isla y ha mostrado especial interés en ayudar a informatizar a la población cubana.

Por otra parte, la censura sobre sitios digitales se mantiene, tal es el caso de portales como Cubaencuentro, Martinoticias y el diario digital 14ymedio.com, además de otros sitios que abordan la temática cubana desde una óptica crítica con el gobierno. El filtrado de correo electrónico y la suspensión del servicio de telefonía celular se unen a las represalias que reciben activistas y periodistas independientes por su trabajo.

En junio pasado el reportero Lázaro Yuri Valle Roca denunció varios arrestos que sufrió al intentar documentar en videos y fotos la represión sufrida por las Damas de Blanco con posterioridad a su peregrinación dominical por la 5ª Avenida, en la zona oeste de La Habana. El periodista independiente detalló en una carta dirigida a la Sociedad Interamericana de Prensa y a Reporteros sin Fronteras, la represión que experimentan los informadores no oficiales.

Entre ellos, enumeró Valle Roca los arrestos por "varios días sin actas de detención ni de ocupación de nuestras pertenencias" y “"la confiscación de los materiales de trabajo". Lo cual "forma parte del aparato de coacción, al serle retirados sus teléfonos celulares, cámaras fotográficas y memorias USB de los que muchas veces la policía política procede a borrar el contenido", añadió.

Danilo Maldonado Machado, conocido como El Sexto, sigue en prisión después de nueve meses de arresto. El grafitero preparó una performance y fue detenido cuando se dirigía en auto hacia el Parque Central con dos cerdos que tenían pintados en los costados los nombres de "Fidel" y "Raúl". Desde la Prisión de Valle Grande, donde se encuentra recluido sin que se le haya realizado juicio, comenzó el 8 de septiembre una huelga de hambre para reclamar su inmediata liberación.

Amnistía Internacional ha considerado a Maldonado Machado como un preso de conciencia y en un comunicado ha pedido también que se "deroguen toda la legislación que limita indebidamente la libertad de expresión, reunión y asociación".

Por su parte, el gobierno de Raúl Castro mantiene la tendencia a la "paramilitarización" de la represión, con violencia física y verbal pero sin dejar huellas legales. Un método que se manifestó durante la visita del papa Francisco a mediados de este mes, en especial por la detención de la opositora Martha Beatriz Roque y la periodista independiente Miriam Leiva, mientras se trasladaban para cumplimentar una invitación de la Nunciatura Apostólica para saludar al papa en la Catedral de La Habana.

El escritor y bloguero Ángel Santiesteban, Premio Casa de las Américas 2006, fue liberado en julio pasado después de permanecer en prisión desde diciembre de 2012. Durante su detención, Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional emitieron varios comunicados y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le otorgó medidas cautelares. El novelista fue condenado a cinco años por supuestos delitos comunes y se benefició de una libertad condicional que él ha catalogado como "un chantaje" para "portarse bien".

El periodista y ex corresponsal del periódico oficialista Granma, José Antonio Torres, recibió este verano un beneficio penitenciario durante la condena de 15 años que cumple por supuestos delitos de espionaje. El reportero ha recibido pases de fin de semana para visitar a su familia y un permiso para trabajar en la biblioteca de la cárcel donde se encuentra. Torres sostiene su inocencia.

El reportero Yoennis de Jesús Guerra, residente en el poblado de Arroyo Blanco en Sancti Spiritus, aún cumple una condena de siete años por supuesto delito de hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor. Los graves problemas de salud y la violencia carcelaria que padece el corresponsal de la agencia de prensa independiente Yayabo Press, han sido denunciados por grupos defensores de derechos humanos tanto dentro como fuera de la Isla.

Antes de la llegada a Cuba del Papa Francisco, se anunció el indulto de 3.522 prisioneros. El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, confirmó que no había presos políticos entre los beneficiados con esa medida. Según la CCDHRN, la cifra de presos por "razones políticas o por procesos políticamente condicionados" se mantiene en 60.

El compendio ilegal de audiovisuales e información alternativas, conocido como El Paquete, ha seguido ganando terreno entre la población cubana y provoca gran preocupación en el oficialismo. Para contrarrestar su avance, el Ministerio de Educación lanzó una alternativa oficial bajo el nombre Pa'que te eduques, que busca erigirse como "una oferta atractiva de la enseñanza cubana", a través de contenidos de "buen gusto".

No es la primera vez que el Gobierno intenta competir con El Paquete. En agosto de 2014 comenzó la distribución en los Joven Clubs de La Mochila, una selección ideologizada de audiovisuales que ha tenido una pobre acogida popular hasta el momento.

La prensa oficial ha arrojado luz sobre problemas en aumento en la sociedad cubana, como la corrupción, el desvío de recursos y la ineficiencia empresarial, pero siempre ceñida a los límites de no cuestionar el sistema político, ni a las autoridades partidistas. La autocensura de los reporteros oficiales se evidencia no sólo en las temáticas y enfoques que evitan, sino también en la ausencia de los medios de un periodismo de investigación, que presione a las entidades gubernamentales a tener una mayor transparencia de su funcionamiento interno.