Temiendo un giro de Trump, estadounidenses compran habanos por miles en Cuba

Un hombre observa productos exhibidos en un local del XIX Festival del Habano.

Con el mercado estadounidense inundado de puros cubanos después que Obama dio luz verde a los viajeros de EEUU para traer de la isla todos los tabacos que quisieran, las ventas de otros fabricantes se están afectando.

Paul Segal, a quien se ve fumando un puro en el Festival Internacional del Habano en Cuba, quiere comprar tantas cajas como pueda en su viaje a La Habana por si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revierte el reciente acercamiento de su país hacia la isla caribeña.

Segal, que escribe un blog sobre puros, dijo que adquirió 25 cajas el año pasado, poco después de que el expresidente Barack Obama levantara los límites sobre la cantidad de ron y tabaco que los estadounidenses pueden llevar a su país en el equipaje. Una caja barata de 25 habanos cuesta alrededor de $ 100.

Pero Trump, quien asumió el cargo en enero, ha amenazado con revertir la distensión de Washington con su antiguo enemigo de la Guerra Fría. Esa es la razón por la que Segal, al igual que muchos otros estadounidenses, no quiere perder la oportunidad y se abastece de los prestigiosos puros mientras puede.

"Este podría ser el último viaje en el que puedo llevar habanos", dijo a Reuters. "Hasta ahora sólo tengo unas 10 cajas, pero me quedan cinco días para volver a casa".

Estados Unidos es el mayor mercado mundial de puros, pero el embargo comercial ha impedido durante más de medio siglo que la isla caribeña comercialice sus Cohíbas, Montecristos y otras legendarias marcas directamente en el país vecino.

Los estadounidenses han tenido que conformarse durante mucho tiempo con puros fabricados en Honduras, Nicaragua o República Dominicana, o recurrir a contrabandistas.

Sin embargo, en su último paquete de enmiendas a las regulaciones de activos cubanos, anunciado en octubre la administración Obama autorizó a los viajeros estadounidenses para comprar y traer a su regreso todo el ron cubano y los habanos que deseen, a condición de que sean para consumo personal.

El hecho de que los viajeros puedan regresar con tantos tabacos cubanos como quieran ya ha tenido un impacto en el mercado estadounidense, afirma Rene Castañeda, jefe de operaciones norteamericanas del fabricante de puros suizo Villiger.

"Estamos viendo más puros cubanos en Estados Unidos que nunca, y eso está golpeando las ventas de cigarros no cubanos", dice Castañeda en el reporte de la agencia Reuters.

Nicholas Syris, quien tiene un programa de radio sobre puros, comenzó a organizar viajes turísticos a Cuba por el interés que mostraban sus oyentes.

Sentado fumando junto a otros estadounidenses asistentes al Festival en los jardines del emblemático Hotel Nacional de La Habana, frente al mar Caribe, Syris sostuvo que ha estado trasladando hasta 20 personas a la isla una vez al mes, y que no alcanza a hacer frente a la demanda.

Syris dijo que quienes viajan a la isla aprovechan para disfrutar de los habanos en su lugar de origen, y además abastecerse. "Simplemente no sabes lo que pasará mañana".

¿Exportar habanos o venderlos a los turistas?

La eliminación de los límites y el alto volumen de compras de los estadounidenses dentro de la isla, si se mantiene la tendencia al aumento de sus visitas (74% de 2015 a 2016) debería beneficiar este año los ingresos de la industria cubana del tabaco, que representa el cuarto rubro de exportación de la isla después de los medicamentos y vacunas, el níquel y el azúcar.

Recientemente la empresa mixta cubano-española Habanos S.A. informó que facturó en 2016 un total de 445 millones de dólares, lo que supone un incremento del 5 % respecto al año anterior, logrado en un escenario adverso para el mercado de los bienes de lujo.

El vicepresidente de Desarrollo de la compañía, Javier Terré, dijo esta semana en el marco del XIX Festival Internacional del Habano que una de las causas del crecimiento fue el incremento del turismo en Cuba, que en 2016 batió un récord al superar los cuatro millones de turistas. Precisó que la tendencia influyó en un alza de 13 por ciento en las ventas de habanos en fronteras.

(De los más de cuatro millones de visitantes a la isla el año pasado 614.433 ​ fueron estadounidenses o cubanoamericanos, los que a pesar de tener prohibidas actividades propiamente turísticas en la isla representaron el segundo mayor grupo nacional después de los canadienses).

No obstante los ingresos tabacaleros en 2017 se podrían ver afectados en medio del ascenso de la demanda. En el marco del Festival del Habano se informó que Cuba no da abasto a mantener el suministro de algunas marcas suntuarias, debido a que el fenómeno climático de El Niño ocasionó lluvias excesivas y una sequía extemporánea que resultaron en una cosecha insuficiente y de pobre calidad.

[Con información de Reuters, AFP e IPS]