¿Tommy John, el atleta o la cirugía?

Shohei Ohtani

Tommy John III publicó un libro titulado “Minimize Injury Maximize Performance”, cuyo título se puede libremente traducir como “Disminuya Lesiones; Aumente Ejecución” aunque en castellano pudiéramos usar varias definiciones para “Performance”.

Para muchos fanáticos de béisbol Tommy John es el nombre de un pitcher que ganó 288 juegos en Grandes Ligas y que muchos también consideran que debe de estar en el Salón de la Fama, pero para la mayoría, este nombre significa algo diferente: Cirugía.

La cirugía en particular que se recuerda con ese nombre fue una del codo, ejecutada por el doctor Frank Jobe, revolucionaria en su tiempo, que salvó la carrera del aludido lanzador a mediados de los años 70's y que ahora es conocida hasta por personas que no saben nada de béisbol.

Aquella cirugía reconstruyó el codo del brazo de lanzar de Mr. John y le permitió permitió continuar su carrera en Grandes Ligas por 26 años.

¿Y Tommy John III? Bueno, TJIII es el hijo de Tommy John el lanzador, es quiropráctico de profesión y autor del mencionado libro donde se abordan fases de la cirugía que no lucen tan milagrosas.

Por ejemplo: hoy el 57 por ciento de las cirugías Tommy John son efectuadas a muchachos de 15 a 19 años de edad. Uno de cada siete de esos jóvenes jamás se recupera, no solo para lanzar sino, para muchas otras actividades comunes.

Pero eso último no es solo acerca de béisbol y codos, es acerca de la forma que se están criando ahora esos muchachos.

La industria de los deportes juveniles en Estados Unidos es un negocio de $15 billones al año y más.

Ese negocio empuja a los niños a decidir temprano qué deporte quieren jugar y después se practica solamente el elegido con la exclusión de cualquier otro.

Y los cuerpos de los jóvenes están pagando el precio.

La cantidad de cirugías de codo a adolescentes se ha venido incrementando a razón de 2.3 por ciento en las últimas dos décadas y cerca de uno de cada 5 niños en deportes de contacto, sufren al menos una contusión.

Si un niño ocupa ocho meses del año en un solo deporte, él o ella tiene tres veces mayor posibilidad de sufrir lesiones de rodilla o cadera.

En nuestra época jugábamos varios deportes, pasábamos tiempo sin practicar ninguno y los entrenadores eran casi siempre el padre de algún compañero, no un coach que nos estuviera preparando a los 12 años para ganar la Serie Mundial.

Los deportes juveniles eran un pasatiempo y “para ponerse fuertes”, no un negocio. Claro está, nadie sufría innecesarias cirugías.

Si se fijan verán que la mayoría de los atletas profesionales que hoy triunfan tuvieron una niñez similar, ellos practicaban varios deportes. En mi adolescencia eran béisbol, básquet, voleibol, campo y pista lo que más practicábamos en la época del bachillerato.

Tommy John III escribe en su libro “Mi esperanza es, esté o no esté yo para oírlo, es que la próxima vez que tu oigas “Tommy John” tu recuerdes a un atleta y a su hijo que trató de llamar la atención de lo que está pasando con nuestros nietos, en vez de a una cirugía (una cirugía o procedimiento innecesario por cierto) que en primer lugar ninguno debería sufrir”.