El tráfico y el turismo sexuales, incluso de niños, ocurren en Cuba con más frecuencia de la que el régimen reconoce, afirmó a Martí Noticias la periodista especializada en temas de género Martha María Ramírez, residente en Madrid.
“Cuba ha tenido que empezar a hablar de la explotación sexual y de otras formas de violencias sexuales porque ha sido pública la ocurrencia de estos hechos, incluso de explotación sexual”.
A propósito del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, que se celebra el 23 de septiembre, Ramírez indicó que, aunque en la Isla “existe la explotación sexual en todas sus formas”, las autoridades cubanas intentan velar el fenómeno como un hecho de dimensiones menores, cuando la realidad es otra.
“El gobierno cubano es un gobierno proxeneta, feminicida, cómplice de todo esto que está pasando y estos informes son solo la punta del iceberg de lo que nos está sucediendo, porque no están basados en la realidad”, señaló la activista, en referencia a los informes sobre enfrentamiento a la trata que emite el Ministerio del Exterior (MINREX).
Lee también Investigadores alertan sobre crimen organizado y trata de personas en Cuba con la implicación del EstadoEn el período que va de 2011 hasta 2021, fueron llevados a los tribunales 124 casos de trata de personas enfocados en la explotación sexual de mujeres y niñas cubanas.
En 2022, se juzgaron seis casos por trata de personas. La baja incidencia de este delito reportada se debe, según las autoridades cubanas, al resultado de las acciones preventivas y de enfrentamiento desarrolladas.
Responsabilidad del Estado
Pese a estas afirmaciones, los peligros podrían estar aumentando en un contexto nacional complejo, marcado por la grave crisis económica y la depauperación moral que la acompaña, denunciada por activistas y estudiosos de la realidad cubana.
A pesar de las prohibiciones, ambas modalidades de trata son práctica común para los cubanos como una vía de supervivencia en medio de las escasas oportunidades económicas.
“Las violencias sexuales, en cualquier caso, demoran mucho tiempo en ser denunciadas porque primero, parten de que las personas puedan reconocerlas, segundo, que tengan las herramientas para lograr denunciar y eso incluye herramientas legislativas y también de acompañamiento de la sociedad civil”, apuntó Ramírez.
Pero no se trata solo de si el criminal va a la cárcel, sino de que “esa mujer no tenga qué comer ni dónde vivir, ni tenga ningún tipo de protección, la criminalicen, estigmaticen en la sociedad a la par que la metas en una granja” [correccional con internamiento].
Patrones en la trata cubana
En una ponencia presentada en 2017, durante el II Simposio Internacional Violencia de Género, Prostitución y Trata de Personas, el jurista Yoandrys González esbozó algunos patrones de la trata que se origina desde Cuba hacia otros países.
Al respecto, demostró que el proceso de captación lo hacen cubanos que viven en el extranjero o que viajan con frecuencia al exterior, que engañan a la mayoría de sus víctimas con ofertas de empleos para el sector hotelero y otros, y que tal promoción se lleva a cabo en redes sociales y sitios de Internet.
Una de las mayores motivaciones que ofrecen los traficantes es la migración hacia los Estados Unidos, España y otros países, de acuerdo a González.
Lee también Corrupción de menores, prostitución y proxenetismo en informe de Cuba sobre trata de personasLas mujeres son ubicadas como bailarinas eróticas en clubes nocturnos, como damas de compañía o en lugares donde se ejerce la prostitución.
Ramírez destacó una modalidad de explotación sexual relacionada directamente con las “colaboraciones” culturales y de otros sectores en el extranjero.
“Sabemos que hay personas relacionadas con estos permisos y contratos que firma el Estado con determinadas compañías, agentes del mundo de la cultura que están basados en la explotación sexual por la vulnerabilidad, por la diferencia de poder que se establece a partir de los contratos con las instituciones. Primero, porque las instituciones cubanas se quedan con una gran parte del dinero que debía ir a manos de los profesionales y las profesionales que hacen el trabajo. Funge como una especie de proxeneta la institución estatal”.