Trump denuncia a Maduro como el mayor cómplice del narco en las Américas

El gobernante venezolano habla durante una conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores, en Caracas, el 14 de febrero del 2020.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump emitió un memorándum al Departamento de Estado en el que designa al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, como el cabecilla más cómplice del narcotráfico en el hemisferio occidental.

El documento señala a los países dónde hay mayor producción y tránsito de drogas ilícitas hacia los Estados Unidos: Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

"El cabecilla más cómplice de este hemisferio es el dictador venezolano Nicolás Maduro. En marzo pasado, un tribunal de Estados Unidos acusó a Maduro de narcoterrorismo y conspiración para contrabandear cocaína a Estados Unidos. En respuesta, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció una recompensa de $ 15 millones por información que conduzca a su arresto o condena. Se unió a una multitud de otros compinches del régimen que están bajo acusación formal de Estados Unidos o fueron sancionados por delitos de drogas por el Departamento del Tesoro. Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo venezolano, al presidente interino Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional elegida democráticamente, y trabajará junto con el legítimo Gobierno interino de Venezuela para detener el narcotráfico y erradicar los elementos criminales que han explotado a ese país. El ilegítimo narco-régimen de Maduro debe enfrentar la justicia por sus crímenes", indica Trump.

Cartel de la DEA anunciando recompensa por información que conduzca a la captura y enjuiciamiento del gobernante venezolano Nicolás Maduro.

En Colombia el cultivo de coca y la producción de cocaína se mantienen en niveles inaceptablemente altos, reconoce el documento pero destaca que el presidente Iván Duque y su gobierno siguen siendo socios fuertes de los Estados Unidos, y que "las fuerzas policiales y militares colombianas han demostrado una gran valentía y compromiso al atacar a narcotraficantes de alto nivel, interceptar los cargamentos de drogas y erradicar manualmente la coca".

El texto lamenta que el cultivo de coca y la producción de cocaína se mantengan cerca de máximos históricos en Perú, otro aliado de Estados Unidos desde hace mucho tiempo.

"Desde la renuncia del expresidente Evo Morales en noviembre de 2019, la cooperación entre Estados Unidos y Bolivia contra las redes de tráfico de drogas ha aumentado durante el gobierno de transición de Bolivia. El gobierno de transición logró importantes avances en la interdicción de drogas y reanudó el procesamiento de solicitudes de extradición de narcotraficantes por parte de Estados Unidos. Sin embargo, el cultivo de coca sigue excediendo los límites legales establecidos por las propias leyes internas de Bolivia para usos medicinales y tradicionales, y el Estado boliviano no ha tomado medidas suficientes para salvaguardar los mercados lícitos de coca del país de la explotación criminal", señala el memorando.

El presidente Trump destaca que "México aprobó con éxito reformas de decomiso de activos, aumentó las extradiciones de peligrosos narcotraficantes a los Estados Unidos, logró un progreso sustancial en completar su primer estudio sobre el rendimiento de la amapola en 17 años y elaboró una estrategia antidrogas. Si bien estos son signos de progreso, se debe hacer más. México sigue siendo la fuente de casi toda la heroína y metanfetamina incautada en los Estados Unidos y una ruta de tránsito para la mayor parte de la cocaína disponible en nuestro país. Además, los cárteles mexicanos se aprovechan de los controles desiguales de precursores químicos en México para fabricar drogas mortales, como el fentanilo, dentro de México y pasarlas de contrabando a Estados Unidos. Las interdicciones de drogas en México siguen siendo demasiado bajas frente a estas amenazas críticas de drogas. Estos cárteles representan una clara amenaza para México y la capacidad del gobierno mexicano de ejercer un control efectivo sobre partes de su país".

El país azteca, dice el presidente de EEUU, debe demostrar claramente su compromiso de desmantelar los cárteles y sus empresas criminales y hacer más para proteger las vidas de los ciudadanos mexicanos y estadounidenses amenazados por estos grupos.