En Bruselas ven las protestas como el genuino deseo de los ucranianos, en Moscú como un plan macabro de Occidente.
Hace más de 10 días que vienen protestando sin descanso por la decisión del presidente Víctor Yanukovich y su gabinete, de paralizar la firma de un acuerdo de integración con la Unión Europea. El gigantesco árbol de Navidad que se levanta en el centro de Kiev es ahora un faro con pancartas políticas.
Del pedido inicial para que reexaminara la decisión presidencial los ucranianos exigen ahora la dimisión del gobierno en pleno. Ocuparon edificios gubernamentales y no permiten el acceso a otros. La brutalidad policial en Kiev aumentó el descontento nacional.
Una propuesta sobre mesa redonda, a iniciativa de Leonid Kravkuk, el primer presidente de la Ucrania independiente, cuenta con el apoyo de los otros colegas, Leonid Kuchma y Víctor Yuschenko. La iniciativa fue bien acogida por Yanukovich, que tiene que aferrarse a cualquier iniciativa para apalear la crisis.
En Bruselas ven las protestas como el genuino deseo de los ucranianos, en Moscú como un plan macabro de Occidente para descarrilar al “hermano menor” del camino eslavo. Yanukovich, al regresar a Ucrania de su visita a China, hizo escala en el balneario de Sochi, para escuchar los consejos de Putin. Horas más tarde el comisario europeo José Manuel Barroso, habló por teléfono con Yanukovich y le pidió no utilizara la violencia. La jefa de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, de visita en Kiev escucha los argumento del gobernante y de los opositores.
Las fuerzas del orden y es que los manifestantes no obedecieron el plazo que la policía había dado para que desalojaran el Ayuntamiento y permitieron el acceso al Gobierno, la Administración Presidencial y la Rada (parlamento).
El campeón de boxeo Vitali Klichko, quien se ha convertido en la cara más visible de la oposición, pidió a los policías de Berkut (tropas especiales) que no utilizaran las armas contra los manifestantes.
La movilidad de las actuales protestas superan las de la Revolución Naranja. Se trasmiten las manifestaciones en vivo por Internet, las fotos de golpizas o arrestos son publicadas al instante en Twitter o Instagram y los avisos de calles cerradas o plazas ocupadas aparecen en Facebook.
Del pedido inicial para que reexaminara la decisión presidencial los ucranianos exigen ahora la dimisión del gobierno en pleno. Ocuparon edificios gubernamentales y no permiten el acceso a otros. La brutalidad policial en Kiev aumentó el descontento nacional.
Una propuesta sobre mesa redonda, a iniciativa de Leonid Kravkuk, el primer presidente de la Ucrania independiente, cuenta con el apoyo de los otros colegas, Leonid Kuchma y Víctor Yuschenko. La iniciativa fue bien acogida por Yanukovich, que tiene que aferrarse a cualquier iniciativa para apalear la crisis.
En Bruselas ven las protestas como el genuino deseo de los ucranianos, en Moscú como un plan macabro de Occidente para descarrilar al “hermano menor” del camino eslavo. Yanukovich, al regresar a Ucrania de su visita a China, hizo escala en el balneario de Sochi, para escuchar los consejos de Putin. Horas más tarde el comisario europeo José Manuel Barroso, habló por teléfono con Yanukovich y le pidió no utilizara la violencia. La jefa de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, de visita en Kiev escucha los argumento del gobernante y de los opositores.
Las fuerzas del orden y es que los manifestantes no obedecieron el plazo que la policía había dado para que desalojaran el Ayuntamiento y permitieron el acceso al Gobierno, la Administración Presidencial y la Rada (parlamento).
El campeón de boxeo Vitali Klichko, quien se ha convertido en la cara más visible de la oposición, pidió a los policías de Berkut (tropas especiales) que no utilizaran las armas contra los manifestantes.
La movilidad de las actuales protestas superan las de la Revolución Naranja. Se trasmiten las manifestaciones en vivo por Internet, las fotos de golpizas o arrestos son publicadas al instante en Twitter o Instagram y los avisos de calles cerradas o plazas ocupadas aparecen en Facebook.