Los tres muertos del Domingo de Pascua dificultan la implantación de los acuerdos de Ginebra y los planes de estabilización que en Ucrania desean desarrollar lo más rápido posible.
La paz de la Pascua Ortodoxa no fue respetada en Ucrania. Los enfrentamientos en Slaviansk todavía son una incógnita, que Kiev califica de provocación de los servicios de inteligencia de Rusia.
Los tres muertos del Domingo de Pascua dificultan la implantación de los acuerdos de Ginebra y los planes de estabilización que en Ucrania desean desarrollar lo más rápido posible. En Donetsk y Lugansk los grupos prorrusos siguen controlando edificios y comisarías, al tiempo que piden ayuda a Putin, lo mismo enviando sus tropas que armas.
El vicepresidente estadounidense Joe Biden estuvo esta semana en Ucrania y llevó un poco de esperanza. Biden se reunió con la élite política del país y prometió toda la ayuda necesaria. Además del vicepresidente, estuvieron en Kiev los congresistas Ed Royce, presidente del Comité de Política Exterior del Congreso, y sus colegas Eliot Engel, Lois Frankel y David Cicilline. Los legisladores prometieron cooperar en la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas del 25 de mayo.
El servicio de seguridad de Ucrania tiene en su poder a 25 oficiales rusos vinculados con los disturbios en el este del país. Los ucranianos presentaron a la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa las evidencias de la presencia en el país de miembros de la inteligencia militar rusa. El Departamento de Estado divulgó oficialmente el documento que Kiev entregó con las pruebas.
Vladimir Putin ha logrado entre los ucranianos el incremento del sentir de nacionalidad y de la unidad nacional. También el gobernante ruso logró que aumente el porcentaje de los que abogan por la integración a la Unión Europea y la membresía en la OTAN, según un estudio sociológico realizado en todas las regiones del país, excepto Crimea. Los zarpazos de un vecino tan poderoso hacen que los ucranianos se aferren a una Europa unida y solidaria.
Los tres muertos del Domingo de Pascua dificultan la implantación de los acuerdos de Ginebra y los planes de estabilización que en Ucrania desean desarrollar lo más rápido posible. En Donetsk y Lugansk los grupos prorrusos siguen controlando edificios y comisarías, al tiempo que piden ayuda a Putin, lo mismo enviando sus tropas que armas.
El vicepresidente estadounidense Joe Biden estuvo esta semana en Ucrania y llevó un poco de esperanza. Biden se reunió con la élite política del país y prometió toda la ayuda necesaria. Además del vicepresidente, estuvieron en Kiev los congresistas Ed Royce, presidente del Comité de Política Exterior del Congreso, y sus colegas Eliot Engel, Lois Frankel y David Cicilline. Los legisladores prometieron cooperar en la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas del 25 de mayo.
El servicio de seguridad de Ucrania tiene en su poder a 25 oficiales rusos vinculados con los disturbios en el este del país. Los ucranianos presentaron a la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa las evidencias de la presencia en el país de miembros de la inteligencia militar rusa. El Departamento de Estado divulgó oficialmente el documento que Kiev entregó con las pruebas.
Vladimir Putin ha logrado entre los ucranianos el incremento del sentir de nacionalidad y de la unidad nacional. También el gobernante ruso logró que aumente el porcentaje de los que abogan por la integración a la Unión Europea y la membresía en la OTAN, según un estudio sociológico realizado en todas las regiones del país, excepto Crimea. Los zarpazos de un vecino tan poderoso hacen que los ucranianos se aferren a una Europa unida y solidaria.