Un año después, las autoridades chinas siguen vigilando la familia del doctor que advirtió sobre el peligro del coronavirus

Residentes de Wuhan, el lugar donde surgió la pandemia de coronavirus. (AP/Ng Han Guan).

A un año de la muerte del doctor Li Wenliang, las autoridades de la provincia central de Hubei, en China, mantienen en estricta vigilancia y restricciones a su familia, informó Radio Asia Libre, RFA.

Su colega y quien también denunciara la propagación del coronavirus, Ai Fen, ya no está en condiciones de trabajar, después que le fuera negado el tratamiento necesario para corregir una retina desprendida.

Debido al continuado hostigamiento de las autoridades, la viuda de Li tuvo que cambiar de localidad para su vivienda y los ancianos padres de Li no han podido recuperarse de la muerte de su hijo ni se les permite el acceso a los medios de comunicación para ventilar sus frustraciones y sufrimiento.

Mientras tanto, el colega de Li y ex director del Hospital Central de Wuhan, Ai Fen, no puede trabajar por no permitírsele la corrección quirúrgica de su retina desprendida. Ai fue uno de los médicos que el 30 de diciembre denunciaran la aparición de un misterioso virus en Wuhan, similar al de SARS.

El 3 de enero, las autoridades arrestaron e interrogaron a ocho de los médicos, incluyendo a Li Wenliang, quien murió más adelante, y les acusaron de perjudicar a la población, con la propagación de noticias alarmistas.

Ai escribió en un estudio en la revista “El Pueblo de China”, que después que enviara información sobre las etapas iniciales de la epidemia al grupo de los ocho médicos, recibió una severa reprimenda de parte de las autoridades.

Un funcionario local de Salud llamado Liu (no quiso dar su nombre completo) dijo a RFA que los médicos no habían hecho nada que mereciera castigo alguno y que Ai dijo la verdad, pero… que “no se puede razonar con la gente del gobierno”.

Liu agregó que los funcionarios del gobierno dicen que "vivimos tiempos difíciles y que no debemos decir nada que pudiera afectar negativamente al hospital. Pero el Partido Comunista no aprende de sus propios errores. ¿Cómo vamos a evitar recaer en los mismos problemas en el futuro, si no criticamos y analizamos los problemas de la actualidad?"

Liu terminó diciendo que, tanto el Gobierno como el Partido Comunista de China, sólo quieren que "ignoremos los problemas" y les “cantemos alabanzas” incesantemente.