Un millar de cubanos abarrotan la frontera de Panamá con Costa Rica

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Migrantes cubanos en Panamá, que no fueron incluidos en los vuelos hacia México y otros que llegaron con posterioridad, buscan respuesta a su situación migratoria.

Según la organización católica, Cáritas, su situación es peor que la de los migrantes que se quedaron atrapados en el estallido de la crisis.

Menos de una semana después que el último vuelo con 300 emigrantes cubanos salió de Panamá con destino a México y el gobierno dio por terminada la crisis, el flujo de personas que llegan al istmo no cesa, advirtió este miércoles la organización humanitaria católica Cáritas.

“En Chiriquí ya hay cerca de 1,000 cubanos”, afirmó este jueves la coordinadora de programas de Cáritas Panamá, Osiris Ábrego.

"Costa Rica y Nicaragua mantienen sus fronteras cerradas y Colombia ha acelerado los procesos para que los cubanos pasen más rápido a Panamá. Es un círculo vicioso. El tapón se formó en Costa Rica y ahora se va a crear en Panamá", advirtió Ábrego.

“La ayuda está cubierta por la Cruz Roja de Chiriquí y Cáritas Panamá. No damos abasto, es lamentable”, denunció la representante de Cáritas.

El acuerdo alcanzado con México solo incluía a los 1,301 cubanos que se quedaron varados en plena crisis. “Solicitamos que los gobiernos se vuelvan a sentar a hablar, que busquen una respuesta que propicie una migración segura, legal y ordenada”, imploró Ábrego.

Según la organización católica, la situación de los cubanos que hoy en día se encuentran varados en Chiriquí es peor que la de los migrantes que se quedaron atrapados en el estallido de la crisis porque el gobierno panameño ha dejado de brindar ayuda humanitaria.

“La ayuda está cubierta por la Cruz Roja de Chiriquí y Cáritas Panamá. No damos abasto, es lamentable”, denunció la representante de Cáritas.

Ábrego. Dijo que el gobierno panameño está desmantelando los campamentos de los migrantes, y destacó que el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha intentado echarles del Hotel Millenium, que está colapsado.

“Hay muchas familias en los alrededores del hotel viviendo en carpas. Tuvo que intervenir la Iglesia y al final se paró el desalojo”, explicó Ábrego.

El director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Javier Carrillo, reconoció que actualmente hay “más o menos 1 000 cubanos” en Chiriquí, pero negó que el gobierno les esté dando la espalda.

“Claro que les estamos asistiendo. De todos modos, Costa Rica es la que está generando el problema, nosotros no podemos hacer nada, ¿qué vamos a hacer? No podemos obligar a otro país a que reciba a los extranjeros”, apuntó Carrillo.

Por su parte el Cardenal, José Luis Lacunza, obispo de la Diócesis de David, ha recibido un informe sobre la situación de los cubanos en Paso Canoas, y ha anunciado que informará a los obispos del País y que juntos reflexionarán al respecto.

La nota recibida en la Agencia Fides de Cáritas Panamá, informa que Siexdel Candanedo, responsable de Cáritas en Chiriqui ha referido que en Paso Canoas todavía hay más de 700 cubanos, incluidos niños, mujeres embarazadas y enfermos.

Candanedo ha dicho también que el Cardenal Lacunza se reunirá con los sacerdotes de Paso Canoas y con los grupos de la sociedad civil para tratar de mejorar las condiciones de los cubanos.

Cáritas de Chiriquí se ha movilizado para asistir a los migrantes cubanos, pero la situación es crítica, porque el gobierno no está proporcionándoles la comida necesaria y ha eliminado los servicios higiénicos, obligándoles de este modo a ir hasta el río Chiriquí Viejo para lavarse y para sus necesidades fisiológicas.

Esta situación ha generado algunos incidentes con los habitantes del lugar, según informes enviados a Martinoticias.com por cubanos que están varados en Paso Canoas.