Turistas rusos con COVID-19 en Cuba se sienten como rehenes "en el infierno" (VIDEO)

Vista de una playa en Cuba, cerrada por la pandemia. YAMIL LAGE / AFP

En dos vuelos procedentes de Rusia se han detectado pasajeros con COVID-19. El pasado 9 de noviembre el vuelo ZF-535 de la aerolínea AZUR que llevaba a Cayo Coco a turistas rusos traía a 14 enfermos de COVID-19, según el portal ruso tourdom.ru.

En un primer vuelo, llegaron a la isla el 4 de noviembre casi una docena de enfermos, según los análisis hechos en Cuba a los viajeros ya contagiados. Algunos todavía están en observación.

Los turistas, a los que le han diagnosticado COVID-19 son considerados por la prensa rusa como “rehenes” que terminaron en el infierno, cuando pensaban viajar al paraíso.

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Turista rusa protesta entre lágrimas por las condiciones del aislamiento en Cuba

Tanto el portal BussinesFM.ru como la televisión estatal Rossia 1 dedican en estos días artículos y reportajes a la reclusión de los rusos en centros de aislamiento, en el hospital militar de Villa Clara y Morón (Ciego de Ávila) y hoteles sin condiciones para turistas en la isla. El titular del reportaje de la televisión rusa declaraba - Aislamiento en lugar del mar: los turistas rusos se van al infierno en Cuba.

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“Los mantienen en un búnker”, publicaba en su cuenta de Instagram Tatiana Konkova, quien viajó en el primer grupo y ha reproducido en esa red social las fotos y videos del primer grupo y sus tribulaciones en la isla.

Las quejas de los rusos comienzan con la llegada a Cuba y la prueba del COVID-19 que les hicieron en los baños del aeropuerto, donde diagnosticaron la enfermedad a más de una docena de ellos, y según BussinesFM.ru, es que “no había otro lugar para el procedimiento médico” en el aeropuerto cubano.

Según un reportaje de la televisión rusa, en el centro de aislamiento al que fueron enviados los turistas no tenían las condiciones mínimas: “Colchones desnudos, un baño sin puertas y cuatro personas en la sala” y como aliciente afirman que por lo menos tenían “vistas al Océano Atlántico”.

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Turista ruso se queja en redes sociales del desayuno que recibe

Uno de los pacientes provenientes de Rusia dice que la edificación en Morón le recuerda un estudio de cine que reproduce la época soviética, muestra la habitación con puertas deteriorada y afirma que los muebles son "como los de la abuela en la dacha".

En esas habitaciones las ventanas no tenían vidrios, y las persianas no les resguardaron de la lluvia y los vientos que arreciaron en la zona con el paso de la tormenta tropical Eta.

Una de las turistas se quejó en las redes sociales: “Hicieron una prueba, dijeron que nos trasladarían a otro hotel, donde habría condiciones, porque no puedo vivir así. El niño es pequeño, la comida es asquerosa. No podemos, por favor muévanos a una ubicación normal en algún lugar. Estamos listos para estar aislados, pero no aquí "

El primer vuelo procedente de Moscú llegó la semana pasada a Cayo Coco con 220 pasajeros y unos días después se les informó que estaban contagiados con el COVID-19.

Era el primero de los vuelos chárter procedentes de Rusia, donde las autoridades cubanas venían hacía tiempo realizando una campaña de captación de turistas para cuando abrieran los aeropuertos y hoteles.

En Rusia los operadores turísticos dicen que no pueden brindarles ayuda alguna, pues los centros médicos “no está en el área de responsabilidad del operador, ya que el acuerdo con el hospital lo concluye el Ministerio de Salud, así como el aislamiento”.

A los turistas rusos se les informó de que en Cuba les harían la prueba del COVID-19 al llegar.

Los diagnosticados dicen no presentar síntomas de la enfermedad y se hicieron la prueba antes de salir en el Aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremétievo, como afirmó una de las turistas en la televisión rusa: “Mi marido es médico en un famoso hospital de Moscú. Estábamos sanos, también me hice una prueba de coronavirus, el resultado fue negativo”.

Sobre el hotel a donde fueron enviados, las quejas son abundantes: no hay grifo en la ducha y el agua sale a chorros, no hay internet en las habitaciones, no pueden comprar comida, les dan unas cajitas con escasas porciones; y claro, la comida cubana difiere de la rusa. Además, no les permiten salir de las habitaciones.

La Embajada de Cuba en Rusia emitió esta semana una nota a las empresas de turismo en ese país que realizan viajes a la Isla pidiendo que les informen a los turistas sobre el control de salud antes de salir de su país, según informaba la prensa rusa.

El numeral en las redes sociales para describir la situación por la que atraviesan los turistas rusas es #островнесвободы (#ostrovnesvobodi) o isla sin libertad, en referencia irónica al lema sobre Cuba que existía en la URSS de ser Isla de la Libertad.

La estancia en la isla le sale durante uno siete días a los rusos en aproximandamente unos 180 mil rublos, unos 2 mil 500 dólares.